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Cómo limpiar y mantener tu suelo de tarima

27/11/2017
Como limpiar y mantener tu suelo de tarima

Un suelo de tarima es una superficie más o menos delicada que embellece nuestro hogar y hace los espacios más acogedores. Este tipo de superficies, compuestas a base de lamas de madera alargadas, se instalan en los suelos mediante una estructura «flotante» que no requiere utilizar cola, como ocurre en el caso de los suelos de parqué.

La tarima más valorada es aquella compuesta por lamas de madera, material que requiere un mantenimiento y cuidado más exigentes que la versión sintética. Así, si queremos mantener la apariencia y el brillo original de un suelo de tarima de madera tendremos que seguir una serie de consejos que te indicamos a continuación:

– A la hora de fregar el suelo de tarima tenemos que cerciorarnos de que la fregona esté bien escurrida. Además, siempre que freguemos una tarima es aconsejable secar inmediatamente después con una mopa. Es necesario también emplear productos específicos para suelos de madera que permitan mantener la superficie impecable. Si no dispones de un producto de este tipo, puedes añadir un chorrito de vinagre blanco al cubo de la fregona. No obstante, ten en cuenta que el suelo de tarima no es un suelo que deba fregarse constantemente.

– Para mantener el suelo de tarima limpio sin recurrir cada dos por tres a la fregona, te recomendamos que uses una mopa para la limpieza habitual. Esta te servirá sobre todo para eliminar el polvo que se va acumulando.

– Recuerda que los suelos de madera pueden estropearse si absorben humedad, por lo que, ante cualquier derrame de líquidos debemos actuar con rapidez para que las láminas no se dilaten.

– Para mantener este tipo de suelo intacto conviene barrerlo muy a menudo para así eliminar cualquier partícula que hayamos arrastrado de la calle y que pueda rayar la superficie. Si temes que la propia escoba raye la madera recurre a la aspiradora para eliminar la suciedad sólida, empleando el cepillo del cabezal para preservar el suelo.

– Aunque tradicionalmente así se hacía, hoy en día se recomienda no abusar del encerado de los suelos de tarima ya que, si bien inicialmente le reporta un brillo bonito, a la larga la acumulación de cera estropea la apariencia.

– Para preservar el buen aspecto de la tarima de madera es aconsejable usar un calzado adecuado al llegar a casa. Una buena idea puede ser colocar un zapatero a la entrada en el que podamos dejar el calzado de la calle y sustituirlo por uno para el hogar que no deteriore la tarima. Así evitaremos ensuciar el suelo con restos sólidos que pueda rayar la madera y acumularemos menos polvo y suciedad. Todo ello evitará un mayor desgaste del suelo de madera.

– Protege tu tarima de los rayones colocando tapas protectoras de fieltro para las patas de los muebles. De esta manera, no tendrás que preocuparte si hay que arrastrar sillas o mesas, por ejemplo.

– Mantener la hidratación de la madera es imprescindible para que la tarima mantenga su buen aspecto. Por ello te recomendamos que, una vez al año, trates tu suelo con una capa de aceite de oliva. Para eso, limpia bien el suelo e impregna un par de trapos con unas gotas de aceite. Después, con la ayuda de tus propios pies, puedes deslizarte por el suelo para ir impregnándolo por completo.

– Cuando observes que el paso del tiempo ha deteriorado visiblemente la madera de la tarima, recurre a un profesional que lije y barnice de nuevo la superficie. Comprobarás que es la mejor forma de dar una segunda vida a tu suelo de tarima.

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