Cuando nos mudamos a una casa nueva o reformamos la nuestra, pintar las habitaciones de colores es siempre una tentación. Estamos acostumbrados a ver bonitas combinaciones de color en las revistas de decoración, aunque después nos cuesta ponerlas en práctica en nuestro propio hogar. La falta de conocimiento (¿se verá más pequeña la estancia? ¿combinará bien con los muebles?) y atrevimiento nos lleva la mayor parte de las veces a elegir el blanco para vestir nuestras paredes.
Y te preguntarás, ¿es una buena idea pintar de color las paredes del dormitorio? La respuesta es sí, siempre que recurras a colores relajantes, adecuados para una habitación destinada al descanso como esta. Para ello, te orientamos sobre las posibilidades que tienes con esta lista de diez colores relajantes para el dormitorio:
1. Azul pastel: el azul es el color relajante por excelencia, en cualquiera de sus tonalidades, aunque elegir un color pastel nos brindará un amplio abanico de posibilidades decorativas. Además, es un tono de tendencia en las últimas temporadas, muy versátil para una estancia como el dormitorio.
2. Verde menta: otro tono de tendencia de la gama de los verdes y, por tanto, relajante. Se puede combinar con paredes blancas para una apariencia más luminosa. El verde en general es un tono que descansa la vista y provoca una sensación de seguridad que favorece el descanso. Ideal para desconectar de cualquier entorno estresante.
3. Gris: es un color neutro que, si combinamos con el blanco, resulta muy relajante. Con blanco por ejemplo, podemos combinar casi cualquier tonalidad de gris, incluso oscuro, consiguiendo un acabado muy estético y actual.
4. Lila: es un tono que se consigue con una buena parte de azul y que resulta muy relajante y armonioso para la vista. Combínalo con otras paredes en blanco o gris para un efecto muy decorativo. Si elegimos un lila claro, que tiende más al gris, también aportará mucha serenidad a las habitaciones.
5. Rosa pastel: aunque el rosa no es un color relajante en sí, cuando hablamos de tonos pálidos podemos conseguir atmósferas relajantes y armoniosas. Combinado con blanco, beige o gris se consigue un efecto romántico muy apropiado para un dormitorio.
6. Lavanda: un tono original y versátil, entre el rosa y el gris que permite crear ambientes relajantes. Válido tanto para decoraciones con toques clásicos y vintage como para estilos más modernos y minimalistas. Combina muy bien con blanco y beige en otras paredes.
7. Azul añil: un tono de azul que transmite profundidad y ayuda a relajar la mente. Lo mejor es combinarlo con beige o gris en otras paredes para compensar la intensidad de este tono y dar luminosidad al espacio.
8. Azul turquesa: es una combinación de dos colores considerados relajantes como son el azul y el verde. Recrea el color del mar en un día soleado, transmitiendo serenidad y pensamientos positivos. Una opción que demuestra que los colores vivos también pueden resultar relajantes. Se puede combinado con paredes en blanco o beige, con un resultado muy favorecedor.
9. Beige: prueba a combinar dos tonalidades de beige en distintas paredes para conseguir un ambiente armonioso y relajante. Combina con muebles de cualquier estilo y es muy versátil con los diferentes tejidos y estampados.
10. Verde oliva: un tono relajante que se sale del clásico verde claro. Es un color que, aunque intenso, transmite la paz de la naturaleza y permite relajar la mente. Combínalo con paredes beige y muebles claros para conseguir luminosidad en la estancia.
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