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Niños, frutas y verduras: trucos y recetas para que las coman más y mejor

26/04/2017

Es la gran lucha de muchos padres a la hora de la comida: que sus hijos coman suficientes frutas y verduras. A los niños pequeños y a los adolescentes les cuesta mucho ingerir alimentos que son esenciales para su correcta nutrición, desarrollo y crecimiento. Las frutas y verduras contienen vitaminas y minerales imprescindibles y su ingesta frecuente fomenta hábitos de vida saludables y previene muchos males, como la obesidad, el colesterol… Lo ideal es conseguir que nuestros hijos se acostumbren desde pequeños a comerse una pieza de fruta como postre o merienda, o los platos de verduras de las comidas, y que lo integren en su cotidianeidad como una práctica habitual e incluso placentera. Pero si esto se nos torna excesivamente complicado, os ofrecemos algunos consejos y trucos que serán unos buenos aliados en el día a día.

Batidos, zumos o ‘smoothies’: hay miles de sencillas recetas con todo tipo de frutas y verduras, a las que además se les puede incorporar leche, cereales, helado… Los sabores son espectaculares y si además le incorporamos sirope o mermelada y montamos el batido o zumo en un vaso divertido, con su pajita incorporada, podemos conseguir meriendas irresistibles, muy sanas y llenas de nutrientes.

Helados y polos caseros: se acerca una época perfecta para consumir este tipo de alimentos y en muchas casas optan por hacerlos de forma manual antes que comprarlos en los supermercados. Hay que dedicarle algo de tiempo, pero las ventajas son muchas y merece la pena: eliminas conservantes, grasas y azúcares, consigues que tu hijo coma fruta de forma sana, natural y rica.

Gazpachos y salmorejos, a diario: si a tu hijo le gusta el gazpacho, aprovecha! ¿Por qué no darle un vaso al día? Este plato, y todas las sopas frías propias del verano, son oro puro para el organismo. Y más allá de proponerlo solo como primer plato en el almuerzo, puede convertirse en una bebida habitual que sustituya a los refrescos o batidos preparados, incluso para la merienda, junto al bocadillo.

‘Trampantojos’ de verduras en el almuerzo: tu hijo no tolera comer verduras en las comidas. Muy bien, pues que no crea que las come. Por ejemplo: adora la salsa de tomate con las pastas, patatas fritas… Pues en lugar de comprarla preparada, vamos a hacerla en casa y ya de paso, le incorporamos calabacín, berenjenas, cebolla, pimiento…  Es decir, hacemos un pisto. Lo pasamos todo por la batidora, y voilá! Ya tenemos una salsa de tomate casera y súper nutritiva. Los niños no notarán la diferencia porque el sabor predominante será el del tomate… Y si la notan en un primer momento, dejarán de hacerlo cuando los acostumbremos y eliminemos el ‘ketchup’ de la nevera. Esta misma salsa se la podemos incorporar a las hamburguesas, salchichas, arroz a la cubana, empanadas…

Tartas caseras fáciles: un gran aliado para el consumo de fruta y verdura natural es la repostería. Pero no os asustéis, no es necesario dedicarle demasiado tiempo si, por ejemplo, montamos sobre una masa de hojaldre unas rodajas de tomate, cebolla, calabacines, taquitos de berenjenas salteadas, queso de cabra y york. Unos minutos en el horno y ya tenemos una tarta salada o pizza con verduras. Esta misma técnica la podemos aplicar con la fruta, si hacemos una crema casera de manzana y le añadimos piña, fresas, coco rallado… Estas recetas son muy sencillas y ayudan a que los niños coman con más entusiasmo los alimentos que queremos.

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