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Consejos para enfrentarse al insomnio

09/03/2014
Consejos para enfrentarse al insomnio

La lucha por conciliar el sueño es una constante en las noches de un gran número de personas. Y cuando la batalla se pierde la falta de descanso repercute en la actividad física y mental. La psiquiatra Pilar Rojano y el psicólogo Ángel Puerta desvelan varias pautas a seguir para volver a dormir de un tirón en el taller «Dulces Sueños», organizado por la escuela de negocios ESCP Europe, en colaboración con La Liga de Optimistas de España.

El primer consejo es no obsesionarse con el tema. Hablar continuamente del problema no sirve para nada. Lo mejor es quitarle importancia y respirar hondo. Lo aconsejable es irse a la cama entre las 22.00 y la 1.00, cuando se tenga sueño. Aunque tampoco hay que darle largas al momento. Por la mañana sí es preciso levantarse a la misma hora cada día, tanto días laborales como fines de semana y vacaciones. Y nada de remolonear, al despertarse hay que salir de la cama.

Si se sufre de insomnio, las siestas no son muy aconsejables. Si se hacen, deben ser inferiores a veinte minutos. Si se duerme más de media hora durante el día es posible que al despertarse uno se sienta más cansado. Tampoco es recomendable dar vueltas en la cama de noche más de veinte minutos. Si eso ocurre, lo mejor es levantarse, hacer alguna actividad tranquila y en el momento que se sienta algo de sueño volver a la cama directamente.

Actividades que fomentan el insomnio

Hay algunas actividades que fomentan el insomnio. El deporte intenso es bueno para la salud, pero no es recomendable hacerlo tres o cuatro horas antes de acostarse. Tampoco estudiar justo antes de irse a la cama. Las comidas copiosas también hay que evitarlas en las dos horas previas y nada de bebidas estimulantes ni alcohol en las seis horas anteriores.

Eso en cuanto a lo que no se aconseja hacer antes de dormir. En cuanto a la misma noche, se debe evitar fumar. Los fumadores suelen caer en tirar del cigarro cuando están nerviosos y eso les puede desvelar a media noche. Asimismo, las temperaturas extremas, tanto en frío como el calor, así como los ruidos son poco amigos del sueño. Por último, nada de televisión en la cama, estimula y no induce al sueño. La cama debe ser un lugar para dormir, no para ver la tele, hablar por teléfono o utilizar el portátil.

Todos estos consejos desembocan en el fundamental: relax. Se puede utilizar técnicas como el yoga, las respiraciones diafragmáticas o la relajación de Jacobson. Todo para llegar a la cama relajados, sin preocupaciones en la cabeza… y a descansar.

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