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Consejos para evitar los males del verano

25/07/2014
Consejos para evitar los males del verano

Durante el verano disfrutamos del calor, los chapuzones y los días de descanso, dejando de lado los incómodos resfriados y las temidas gripes. Sin embargo, estamos expuestos a otras muchas dolencias propias de esta esta estación que, aunque fáciles de prevenir, nos arruinan de vez en cuando parte de las vacaciones. Son los males del verano, enfermedades que, aunque leves, pueden resultar incómodas y dolorosas y dejarnos un pésimo recuerdo del período vacacional.

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Algunas de las más frecuentes son:

Intoxicaciones alimenticias

  • El calor puede echar a perder muchas comidas si no se refrigeran convenientemente. Especialmente las mayonesas, salsas y natas, deben permanecer en el frigorífico. Por ello, te recomendamos que evites este tipo de comidas en establecimientos que no conozcas o no te aporten confianza. Rechaza platos expuestos al público fuera de vitrinas o refrigeradores.
  • Igualmente, si cocinas en casa, debes descongelar los alimentos con tiempo suficiente para hacerlo en el frigorífico.
  • Además, trata en lo posible de no mezclar demasiados platos y condimentos y evita las comidas fuertes.
  • Diarreas y vómitos suelen ser las consecuencias más frecuentes de este tipo de intoxicaciones. Si te sucede, acude a la farmacia más cercana o, si es grave, al centro de salud. Es importante mantener a la persona enferma hidratada en todo momento para que su estado no se agrave y se recupere cuanto antes. Asimismo, se recomienda seguir una estricta dieta astringente hasta que remitan los síntomas.

Otitis

  • Es una dolencia del oído externo muy común en los niños durante el verano, sobre todo tras sus estancias en playas o piscinas. Para evitarlas, se recomienda no prolongar demasiado el baño, secar muy bien los oídos después de baño y evitar introducir objetos o las manos sucias en el interior.
  • Asimismo, si ya hay antecedentes de otitis, se recomienda usar tapones para bañarse, y así evitar una nueva manifestación.

Quemaduras solares

  • Son demasiado frecuentes en verano, normalmente, a causa de descuidos. La protección antes de salir de casa es básica para evitar los nefastos efectos que el sol provoca en la piel. Recuerda proteger las zonas especialmente propensas a las quemaduras, como la nuca, las orejas, los pies o los hombros. Protege a los niños con gorras y sombreros, e incluso con camisetas si la jornada al sol va a ser larga.
  • Si ya es demasiado tarde, consulta estos diez remedios caseros para las quemaduras solares que te recomendamos en una entrada anterior.
  • También son frecuentes las insolaciones, que provocan desagradables síntomas como el mareo, el dolor de cabeza, el malestar general y hasta los vómitos. Evítalas manteniendo una hidratación constante (aunque no haya sensación de sed), favoreciendo la ventilación y la refrigeración, bien mediante el baño o la permanencia en la sombra.

VER TAMBIÉNConsejos para proteger a tu hijo del sol

Hongos en los pies

Las piscinas son un caldo de cultivo ideal para la aparición del conocido como «pie de atleta». Se detecta entre los dedos, donde aparecen manchas enrojecidas con piel seca y escamada.

Para evitarlos, lo mejor es permanecer siempre con chanclas o calzado transpirable durante la estancia en la piscina. Además, se recomienda siempre secar con cuidado entre los dedos de los pies tras el baño y no compartir calzado o toallas.

Rozaduras y heridas

Las vacaciones de verano son propicias para la aparición de heridas en los pies puesto que se prestan a largas caminatas con calzados, en ocasiones, poco adecuados. Cuando aparecen ampollas, lo mejor es pincharlas con una aguja esterilizada y dejar que la piel se regenere, sin arrancarla. En todo caso, lo ideal es limpiar la zona y cubrirla con un apósito (si es posible, con tratamiento) para poder continuar con normalidad con nuestros planes.

Picaduras de insectos

Sobre todo si viajas a lugares tropicales o con personas propensas a las picaduras, es recomendable aplicar constantemente lociones repelentes para evitar molestias. Si ya te han picado los mosquitos y no tienes un producto específico a mano, puedes usar amoniaco para aliviar el picor y la hinchazón.

Si te han picado animales en el mar como medusas, erizos o peces escorpión debes acudir inmediatamente al puesto de socorro de la playa. Si no hay uno cercano, en el caso de las medusas se recomienda lavar la zona con agua de mar (suero, si es posible) y aplicar frío de forma indirecta. Si el dolor es muy intenso, se recomienda acudir al centro de salud más cercano. En el caso de erizos, lo más importante es extraer las púas para seguidamente desinfectar la zona. Con las picaduras de pez escorpión (o pez araña), hay que actuar rápidamente metiendo el pie en agua muy caliente y aguantar lo que sea posible, para eliminar rápidamente el dolor agudo que se presenta.

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