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Seis razones por las que se nos ponen los ojos rojos

29/03/2017
razones por las que se nos ponen los ojos rojos

Los ojos rojos son un problema común que todos hemos sufrido alguna vez y que puede obedecer a diferentes causas, la mayoría de ellas, poco graves. Se identifica con facilidad al observar una coloración rojiza de la esclerótica (la parte blanca del globo ocular) que es causada por la dilatación de los vasos sanguíneos de la zona. Puede ir acompañada de picor, dolor, visión borrosa o lagrimeo y, en los peores casos, hasta de supuración. Aunque en la mayoría de los casos leves, el enrojecimiento de los ojos se presenta sin ninguno de estos síntomas.

Ojos resecos

Uno de los orígenes más comunes de los ojos rojos es la sequedad ocular que se manifiesta por una mala lubricación del ojo, normalmente provocada por una lágrima deficiente, que no es capaz de mantener el interior del ojo adecuadamente hidratado. Muchas personas sufren este problema de forma crónica y han de recurrir a las lágrimas artificiales para mantener cierta comodidad ocular.

A menudo es un problema asociado con el exceso de horas de trabajo ante la pantalla o contemplando un punto fijo con los ojos. Puede hacernos sentir cierto ardor en los ojos e incluso una sensación de tener arena en el interior.

Conjuntivitis

Otro problema muy común que tiene como consecuencia unos alarmantes ojos rojos es la conjuntivitis. Es una infección del ojo que suele ir acompañado de cierta irritación y picor, si bien es aconsejable no poner en contacto las manos con los ojos en ningún momento. Además, por su carácter contagioso, se recomienda extremas las precauciones en el contacto con otras personas u objetos. De hecho, es muy habitual que la conjuntivitis comience solo en un ojo y se acabe contagiando al otro.

La conjuntivitis tiene lugar cuando la membraba conjuntiva del ojo se infecta, provocando que los vasos sanguíneos se irriten e hinchen. Hay varios tipos de conjuntivitis, desde las alérgicas hasta las irritativas, que pueden ser causadas por la acción de un virus o una bacteria, por lo que conviene acudir al médico para que nos valore y trate adecuadamente.

Uso de lentes de contacto

Un mal uso de las lentillas puede dar lugar a unos ojos rojos, bien por el abuso de horas, por haber dormido con ellas o por no mantener una higiene adecuada de las mismas. Las lentes de contacto también pueden causarnos este enrojecimiento ocular si las usamos para bañarnos en la piscina o en el mar, donde no es difícil entrar en contacto con parásitos presentes en el agua y que pueden acabar en nuestro estuche de lentillas.

Alergia o resfriado

El enrojecimiento de los ojos acompañado de lagrimeo e hinchazón suele ser uno de los síntomas asociados a las alergias estacionales y a los resfriados. Así, una alergia primaveral o a alguna mascota puede provocar la aparición de los ojos rojos. En este caso, los ojos rojos se tratan dentro del cuadro de síntomas provocados por la alergia, que debe ser diagnosticada por el médico.

También podemos ser sensibles al uso de ciertos cosméticos en el rostro, especialmente a ciertos productos de maquillaje cuyo uso suele desencadenar esa respuesta en nuestros ojos. Observa este comportamiento y desecha las marcas y productos que provoquen esa mala reacción de los ojos.

Abuso de pantallas

En muchas ocasiones, no somos conscientes del número de horas que pasamos ante el ordenador y, en general, ante las pantallas de otros dispositivos que usamos a diario. El hecho de mantener los ojos fijos concentrados en una tarea durante demasiado tiempo puede provocar que parpadeemos menos de lo necesario y, por consiguiente, la aparición de los ojos rojos. Para las personas que deben lidiar a diario con este tipo de trabajos se recomienda el uso de lentes con filtro azul, así como el uso de lágrimas artificiales que mantengan la hidratación de la zona. Además, se recomienda hacer descansos «visuales» cada poco tiempo para evitar esta sobrecarga del ojo.

Falta de sueño

Uno de los síntomas más evidentes de la falta de horas de sueño es el enrojecimiento ocular. Se debe a que los ojos deben permanecer cerrados durante un mínimo de horas para humectarse y recuperarse. En este caso, la única solución es un descanso adecuado.

Tabaco, alcohol y psicoactivos

El contacto habitual del humo del tabaco con los ojos también puede desencadenar su enrojecimiento e irritación, tanto en el caso de los fumadores activos como en el de los pasivos. Además, el abuso de sustancias como el alcohol o el cannabis provoca siempre el enrojecimiento de los ojos, bien por la falta de oxígeno en los vasos sanguíneos oculares, bien por la dilatación de los mismos.

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