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Snacks que no son tan sanos como parecen

27/04/2016
Snacks que no son tan sanos como parecen

Cuando pensamos en un snack, se nos viene a la mente un aperitivo ligero que sacia el hambre repentina. Pero quienes se preocupan por seguir una dieta saludable saben que los snacks que resultan más atractivos y apetecibles rara vez suelen ser saludables. Por eso la industria alimentaria se esfuerza en ofrecer alternativas para picar entre horas que resulten más sanas… o al menos lo parezcan.

Aquí recopilamos algunos ejemplos de snacks que suelen considerarse saludables, pero no lo son:

Tortas de arroz o maíz: se han convertido en una alternativa perfecta para combatir el hambre entre horas en el puesto de trabajo y así evitar caer en la bolsa de patatas fritas o la chocolatina. Pero la verdad es que estos snacks aportan una cantidad considerable de grasas, sal e hidratos de carbono. Esto quiere decir que, consumidos habitualmente y sin hacer ejercicio, por ejemplo, pueden llevar a un aumento de peso.

Muesli: las famosas barritas de muesli, que habitualmente se asocian con la práctica deportiva e incluso con la pérdida de peso, en realidad suelen contener una buena cantidad de azúcar y grasas trans (malas). La alternativa saludable sería el muesli casero o el que específicamente indique que no tiene azúcar añadido.

Smoothies: se han convertido en la bebida saludable de moda, y no digamos si encima incluyen la palabra «detox». Pero, salvo que sean caseros, tienden a llevar azúcares e incluso grasas. Además, aunque están hechos a base de fruta, la mayor parte de las propiedades de esta se quedan en la pulpa que se elimina para conseguir el smoothie.

Yogur helado: una tendencia en alza durante los últimos años, que se ha convertido en competencia del helado tradicional. Muchas personas piensan que, al estar hecho a base de yogur, ha de ser saludable a la fuerza. El problema es que para la elaboración de este tipo de helados se añaden azúcares y grasas saturadas, aparte de acompañamientos como chocolate, galletas o frutos secos azucarados.

Galletas tipo «digestive»: este tipo de snacks resultan atractivos tanto por su sabor como por el alto contenido en fibra del que presumen sus envases. Sin embargo, ninguna variedad se libra de la cantidad de azúcares añadidos y grasas saturadas similar a la de cualquier otra galleta. Su única ventaja, que pueden ayudarnos en el buen funcionamiento tránsito intestinal.

Yogures 0%: si bien estos yogures cumplen la premisa de ser bajos en grasa, debemos tener en cuenta que incluyen la misma cantidad de azúcares (si no más) que los yogures normales. Con lo que, si nuestro objetivo es bajar de peso, tendremos que limitar su consumo.

Revuelto de frutos secos: si bien los frutos secos son muy recomendables en una dieta saludable, debemos tener cuidado con las cantidades y el tipo de fruto seco. Las mezclas que habitualmente se nos ofrecen como snacks suelen contener grasa, sal y azúcar para mejorar el sabor. Cuando lo ideal es comer los frutos secos crudos (o tostados) y sin sal ni azúcares añadidos. Además, si buscamos bajar de peso es conveniente limitar las cantidades a un puñado diario, ya que se trata de un alimento muy calórico.

Cereales: aunque hay marcas que casi se han convertido en abanderadas de las dietas saludables, todos los cereales de desayuno contienen grandes cantidades de azúcar y están elaborados con harinas refinadas. Especialmente si llevan chocolate o miel añadidos.

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