Saltar al contenido

Cómo evitar el moho por condensación en casa

14/02/2017
Cómo evitar el moho por condensación en casa

Durante el otoño y el invierno, en muchos hogares hace aparición una invitada poco deseable: la condensación. Es un fenómeno que se produce por el contraste de temperatura entre el interior y el exterior de nuestras casas y que se aprecia especialmente en lugares donde la humedad relativa es alta y habitualmente no circula el aire. Lo detectamos en marcos de ventanas, cristales y paredes que se perciben mojados al tacto. Se produce sobre todo cuando el baño o la cocina no tienen ventilación o sistema de extracción, cuando secamos la ropa dentro de la vivienda o cuando se produce una gran acumulación de personas en un espacio cerrado, entre otras causas. Todas estas situaciones provocan un aumento de la humedad en el interior que contrasta con la baja temperatura de paredes, marcos y cristales, de forma que, cuando estos están por debajo del «punto de rocío», aparece el fenómeno de la condensación.

La consecuencia directa de la condensación habitual en ciertas zonas del hogar es la aparición del moho en paredes, techos, esquinas, alrededor de las ventanas, etc. Al principio se manifiesta en forma de pequeños puntos negros que van expandiéndose en paredes y rincones. Pero, además de ser antiestético, el moho supone un riesgo para la salud, en tanto que puede favorecer problemas respiratorios, especialmente en personas con dolencias crónicas de este tipo.

Consejos para prevenir el moho por condensación:

– Para evitar la condensación en baños y cocinas conviene contar con extractores. En caso de que no sea posible, tendremos que evitar la acumulación de vapores abriendo la ventana en el momento en el que usemos la ducha o cocinemos, especialmente en los meses fríos.

– Para el resto de habitaciones, será necesario ventilar a diario abriendo las ventanas, a ser posible, generando corrientes de aire que favorezcan la pronta eliminación de la humedad. También es recomendable abrir las persianas por el día para que la luz solar caliente la vivienda y contribuya al secado de las zonas húmedas.

– Es preferible usar sistemas de calefacción que no generen humedad en el interior de la vivienda. Además, también es recomendable bajar la temperatura de la calefacción, de forma que no supere los 20º.

Evita tender ropa dentro de casa con frecuencia o planchar en espacios pequeños o sin apenas ventilación.

Aleja los muebles de las paredes que suelen presentar humedad para favorecer la circulación de aire. En el caso de los armarios, conviene dejar puertas abiertas de vez en cuando por el mismo motivo.

Invertir en aislamiento de paredes y techos es una solución que a la larga resultará rentable en los casos de viviendas que cada invierno sufran problemas de condensación.  El aislamiento permite evitar que las paredes estén frías y que el calor húmedo del interior de la casa se deposite en ellas en forma de agua. Instalar ventanas con rotura de puente térmico (incluyen un material que impide la transmisión térmica) y doble acristalamiento impide que el calor se escape del hogar o que entre frío, evitando los problemas de condensación.

– Utilizar deshumidificadores puede ser una buena idea, al igual que emplear pintura antihumedades.

También te puede interesar:

Settings