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Ejercicios padres e hijos para reforzar lazos

11/05/2014
Ejercicio padres e hijos para reforzar lazos

La sociedad está cada día más concienciada de la importancia de luchar contra la vida sedentaria en los niños, que, combinada con malos hábitos en la alimentación, puede dar lugar a trastornos de obesidad. A su vez, cada vez más adultos introducen actividades deportivas en sus rutinas diarias, con el fin de seguir una vida saludable. Aunque es frecuente que, con la llegada de los niños a casa, el ejercicio físico deje de ser una prioridad por la falta de tiempo y las nuevas responsabilidades. Especialmente si los padres deciden que sus hijos practiquen algún deporte o actividad después del colegio. ¿Dónde queda el tiempo para que los adultos sigan practicando una vida sana?

La respuesta puede estar en las actividades deportivas combinadas, padres-hijos, que cada vez son más frecuentes en la oferta de clases de gimnasios y deportivos. Se trata de compartir los hábitos deportivos en familia, ahorrando tiempo (a veces incluso dinero) y fortaleciendo el vínculo entre padres e hijos, que incluso pueden acabar compartiendo un auténtico hobby.

Recopilamos siete ideas de actividades físicas y deportivas a las que padres e hijos pueden asistir juntos y compartir un buen rato:

Zumba: es una de las actividades de moda en la actualidad y resulta ideal para practicar con niños. Madres y padres aprenden junto a sus pequeños divertidas coreografías con ritmos latinos que luego pueden practicar también en casa. Se trata de un ejercicio físico muy completo, que mejora la coordinación y la motricidad del cuerpo, además de la concentración y la memoria. ¿Quién cogerá antes los pasos, los padres o los niños?

Yoga: es una actividad que gana cada vez más adeptos entre el público adulto y que en muchos gimnasios se puede ya realizar en compañía de los hijos. Existen clases en las que madre/padre e hijo ejecutan los movimientos de forma individual, con su propio cuerpo. Pero también hay otras más novedosas en las que uno y otro combinan sus movimientos para crear figuras basadas en el equilibrio, la concentración y la confianza en el otro. Entre los beneficios de disfrutar esta actividad en familia está el refuerzo de los lazos personales, el desarrollo de la capacidad de imitación o el trabajo de la coordinación, todo ello logrando el objetivo saludable para padres e hijos. Además, su dinámica y objetivos resultan ideales para niños con hiperactividad.

Pilates: la actividad estrella de todos los gimnasios en los últimos años, ahora también puede disfrutarse en compañía de los niños. En este tipo de clases trabajarán el control sobre su cuerpo a través de la concentración en las diferentes partes el mismo así como la elasticidad y capacidad de superación, y les permitirá corregir malos hábitos posturales para evitar futuras lesiones.

Natación: aparte de la «matronatación», en la que las madres comparten una experiencia única con sus bebés, existen clases combinadas de padres e hijos (a partir de los cuatro o cinco años) en las que se refuerza la confianza y se comparten buenos momentos. La natación favorecerá su desarrollo físico e intelectual y conforma uno de los ejercicios más completos que existen.

Patines: si te informas, seguro que das con algún «club de patinadores» en el que aprender y disfrutar con tus hijos. Suelen concentrarse los fines de semana en grandes parques, sobre todo a partir de la primavera. Se trata de una actividad donde la diversión está garantizada y con la que los pequeños trabajarán el equilibrio, la coordinación, así como la motricidad. Además, resulta ideal para aquellos padres que no pudieron aprender a patinar en su niñez y comienzan ahora desde cero, practicando con sus propios hijos.

Rutas en bicicleta: enseñar a tus hijos a montar en bicicleta te permitirá compartir grandes momentos al aire libre. Busca rutas preestablecidas, marchas de padres e hijos u organiza excursiones al campo que incluyan la bicicleta como único medio de transporte. En este tipo de actividades, además del ejercicio físico, surgen vivencias, experiencias y anécdotas que refuerzan los lazos familiares.

Senderismo y montañismo: sobre todo en los meses de buen tiempo, la idea de practicar algo de ejercicio en familia al aire libre resulta muy positiva. Enseña a los niños a conocer y respetar la naturaleza, les divierte, une más a la familia, además de que supone un importante ejercicio aeróbico.

Este tipo de actividades se suman a las posibles aficiones deportivas que los padres puedan transmitir a sus hijos (fútbol, baloncesto, tenis, golf, danza, etc.) y con las que compartir vivencias y buenos momentos saludables.

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