¿Te acuerdas con qué juegos te divertías de niño? ¿Qué alternativas de ocio había en tu ciudad o tu pueblo para los niños y adolescentes? Pues piensa que una magnífica forma de aprovechar el tiempo con tus hijos puede ser proponerles algunos de los juegos y actividades que realizabas cuando eras niño.
El cine de verano es una de las opciones que más les llamará la atención. Para los más pequeños se trata de un concepto novedoso y que aporta un extra de diversión. Aprovecha la temporada veraniega para llevar a tus hijos a ver películas, especialmente en las noches más calurosas del verano. Hoy en día, ciudades y pueblos están recuperando esta tradición de cine al aire libre con películas de actualidad. ¡Busca el más cercano!
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Pero además, los niños pueden pasárselo en grande con los juegos de tu niñez (o los de la de sus abuelos). La mayoría serán desconocidos para ellos, pero pronto entenderán la mecánica y podrán comprobar el entusiasmo con que lo rememoran sus padres, algo que les sorprenderá gratamente.
Algunos de los juegos tradicionales más famosos que puedes compartir con los tuyos son:
Las sillas: todos caminando al son de la música alrededor de un círculo formado por un número de sillas inferior al de participantes. Al parar la música, quien se haya quedado sin silla, eliminado. Y así sucesivamente. Un buen rato asegurado…
Zapatilla por detrás: ¿recuerdas aquello de «¡A la zapatilla por detrás, tris, tras!, ¡ni la ves ni la verás, tris, tras!»? Pues es ideal para jugar en familia y con amigos. El que la lleva esconde la zapatilla mientras los demás tienen los ojos cerrados. Al abrirlos, quien descubre que la lleva detrás sale a por el que la llevaba, que deberá intentar no ser pillado y ocupar el sitio que ha quedado vacío.
Carreras por parejas: otro juego para garantizar las risa en familia con los más pequeños. Agrupados por parejas, consiste en atar uno de los pies con el del otro para complicar más el desplazamiento. Eso sí, ¡cuidado con las caídas!
El pañuelo: repartir los grupos proporcionalmente entre niños y adultos. Pídete un número y si lo dicen lánzate a correr para coger el pañuelo antes que el otro. Pero cuidado, si te cogen antes de llegar a tu lado o te pasas, estarás eliminado.
La goma o la cuerda: ¿cuántas horas de felicidad te proporcionaban estos mágicos y sencillos artilugios cuando eras niño? Pues tus hijos pueden descubrir un nuevo entretenimiento saludable y con posibilidades infinitas.
Pies quietos: un círculo de jugadores, uno en medio que tira el balón al aire y nombra a alguien, que tiene que recoger el balón cuanto antes y gritar «¡pies quietos!». Mientras ha ido a por el balón, todos se han alejado lo más posible. El que tiene el balón deberá dar tres zancadas hasta el jugador más cercano e intentar darle con el balón para eliminarle. Así, hasta que solo queden dos.
Chapas o canicas: si eras un especialista en moverte por diminutas carreteras de arena con tus chapas o tus canicas, enseña a tus hijos a disfrutar con estos juegos tan baratos y sencillo. Podéis hacer campeonatos familiares con chapas o canicas de diferentes colores.
Además, puedes rememorar aquellos guateques tan especiales con los más pequeños. Hazte con un tocadiscos, prepara una merendola y ponche sin alcohol, y explícale a tus hijos como era aquello de «sacar a bailar». Para más diversión, les puedes enseñar fotos de la época e incluso disfrazarles con pelucas y atuendos divertidos. Para ellos será como viajar a otra época y los adultos disfrutarán recordando anécdotas e historias.
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