Si el momento de que los niños coman la fruta en la comida o la merienda es una lucha diaria, te proponemos una serie de ideas divertidas y fáciles de preparar para que se diviertan alimentándose con vitaminas. Las posibilidades son infinitas, solo hay que echarle un poco de imaginación para ver las posibilidades sobre el plato. ¡Toma nota!
«Piruletas» de kiwi: prepararlas es lo más fácil del mundo. Solo necesitas palos de helado (también valen de brocheta) y chocolate si lo deseas. Pela los kiwis y córtalos a rodajas para después ensartarlas de una en una en cada palo, a modo de piruleta. Puedes añadir cobertura de chocolate a algunas piruletas por la parte superior. También puedes hacer piruletas de sandía, insertando por la parte de la piel pequeños triángulos en el palo.
Palmeras de plátano y kiwi: realiza una composición tropical con plátanos cortados en rodajas gruesas y colocados a modo de tronco. Después pela y corta en gajos unos kiwis, para formas las peculiares hojas de la palmera. Con uvas negras o arándanos puedes simular los cocos. Delicioso y muy fácil.
Brochetas de fruta: la clásica brocheta con frutas de variados colores puede resultar muy atractiva para los más pequeños de la casa. Puedes intercalar alguna chuchería incluso, a modo de premio o bañar la fruta del extremo en chocolate. Comerán frutas diferentes y se chuparán los dedos.
Chips de manzana: puedes preparar un sano sustitutivo de las patatas fritas de bolsa con manzana. Precalienta el horno a 100º y pon a calentar un cazo con una tacita de agua y otra de azúcar para preparar almíbar. Llévalo a hervir y entonces retíralo del fuego y resérvalo. Corta la manzana en finas rodajas con piel (como si fueran patatas) y sumerge cada rodaja en el almíbar. Colócalo en una bandeja y hornea un par de horas. Deja enfriar hasta que estén crujientes. Después, puedes jugar con los niños para que adivinen de qué están hechas estas peculiares patatas…
Huevo frito con patatas de manzana: es uno de los más fáciles y más divertidos para los niños. Consiste en «elaborar» un huevo frito en el que la clara es yogur natural y la yema es medio melocotón en almíbar. Acompáñalo de manzana pelada y cortada a modo de patatas «chips». ¡Les encantará la experiencia y se estarán comiendo un completo postre!
Erizos de pera y uva: pela la mitad superior de varias peras y coloca en el extremo (donde el rabillo) una uva negra. Puedes ayudarte de un palillo para que se mantenga unido. Cubre toda la parte que no está pelada con palillos ensartados en uvas, de forma que la uva quede en contacto con la pera y sobresalga la mitad del palillo, como si fueran las púas del erizo. Para terminar, utiliza chispas de chocolate o arándanos negros para poner ojos a los erizos.
Manzanas «con gusano»: tan sencillo como que se coman una manzana con un poco de humor. Compra golosinas con forma de gusano e introdúcelas en orificios laterales que hagas en la manzana con un objeto punzante.
Naranjas rellenas de gelatina: corta la tapa superior de las naranjas y vacíalas por completo. Prepara una gelatina, de fresa por ejemplo, y cuando esté lista echa pequeños trozos de naranja (también pueden ser de plátano o fresa). Vierte la gelatina dentro de las naranjas y déjala enfriando un día en la nevera con la tapa puesta. Cuando se haya solidificado, puedes tallar la piel de la naranja haciendo caras. En Halloween puedes transformarlas en pequeñas calabazas sonrientes. ¡Un postre que les encantará!
Gusanos de uva: inserta uvas verdes a lo largo de un palo de brocheta simulando un gusano. Para terminar, dibuja ojos a los gusanos con chispas de chocolate o caramelo líquido.
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