Nada comparable a la sensación de meterte a la cama con sábanas limpias o envolverte en una toalla suave y esponjosa al salir de la ducha. Pero, ¿cuánto dura esa sensación? ¿Un día? ¿Dos? ¿Una semana, quizá? Lo cierto es que todos sabemos que debemos lavar con frecuencia la conocida como «ropa blanca» del hogar, pero podemos tener dudas a la hora de saber cuál es la frecuencia ideal para gozar de la máxima higiene. En cualquier caso, has de tener en cuenta que nunca será perjudicial lavar sábanas y toallas antes de lo necesario y en todo caso redundará en una mayor higiene y confort en tu hogar.
Veamos caso por caso:
En cuanto a las toallas, depende del uso y de la temporada del año. Así por ejemplo, las toallas que usamos en el gimnasio deberían lavarse después de cada uso ya que aparte de estar manchadas con nuestro propio sudor probablemente hayan estado en contacto con esterillas, máquinas y aparatos que han utilizado otros usuarios.
Si hablamos de las toallas del hogar, las que utilizamos para el baño, por un lado tendremos que tener en cuenta la climatología y la época del año. Lo ideal es que después de cada uso las toallas se sequen al aire rápidamente, ya que así evitaremos que acumulen humedad que luego da lugar a desagradables olores. En los días soleados o de más calor será más sencillo, pero en los meses de invierno tardarán más en secarse. La solución puede ser usar la secadora, por un lado o un toallero eléctrico. Dependiendo de cuánto tarden en secarse las toallas después del baño, tendremos que cambiarlas por unas limpias cada 2-4 días. Aunque el signo evidente de que necesitamos sustituir las toallas del baño es que comiencen a oler, aunque solo las hayamos usado un día.
Las toallas de manos de los cuartos de baño deben lavarse con más frecuencia aún ya que suelen ser usadas por todos los habitantes de la casa y están expuestas a los gérmenes y la suciedad del lavabo y del inodoro. Igualmente, la alfombrilla del baño debería sustituirse con mucha frecuencia.
En cuanto a las toallas de playa o de piscina, deberíamos lavarlas tras cada uso, ya que están en contacto directo con la suciedad (arena, hierba, tierra,…) y la humedad. En cualquier caso, si decidimos reutilizarlas, no debemos guardarlas en el cajón con las toallas limpias.
Por otro lado, si hablamos de sábanas, la frecuencia ideal sería cada semana, a no ser que hablemos de casos especiales. Por ejemplo, si en la cama duerme un bebé o un niño pequeño que pueda sufrir escapes ocasionales. O si hay alguien enfermo en casa. En las épocas de mucho calor también conviene lavar con mayor frecuencia las sábanas a causa de la sudoración nocturna y del contacto directo de las sábanas con nuestra piel.
Para que tus toallas queden impecables y con un aroma agradable, te recomendamos usar Flota Polvo Active Plus, la variedad de nuestra gama especialmente indicada para este tipo de coladas de ropa del hogar. Se trata de un detergente cuya fórmula contiene más activos antimanchas que las otras variedades, consiguiendo una eficacia de lavado y un frescor sin igual.
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