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Cómo curar sartenes de hierro

18/10/2016
Cómo curar sartenes de hierro

Las sartenes de hierro son muy apreciadas entre los profesionales de la hostelería ya que ofrecen gran durabilidad, distribuyen muy bien el calor y no alteran los sabores de los alimentos. Además, al no contener capas antiadherentes no hay peligro de que los tóxicos que mezclen con la comida, como puede pasar con las sartenes de teflón. Lo mismo sucede con las sartenes de acero inoxidable: han de ser curadas antes de su uso ya que no incluyen capas antiadherentes artificiales.

La única desventaja de este tipo de sartenes es que hay que curarlas bien antes de su primer uso y, en general, cada vez que las utilicemos, sobre todo al principio. De esta manera, la propia sartén irá creando su propia capa antiadherente de forma que no se peguen los alimentos y sin necesidad de barnices químicos.

La razón de que las sartenes de hierro necesiten ser curadas responde a la porosidad del material, que poco a poco irá absorbiendo el aceite o la grasa y creando una capa protectora natural.

Para curar sartenes tanto de hierro como de acero inoxidable, antes de usarlas por primera vez, puedes seguir estos pasos:

Lo que vamos a emplear para proteger el material y evitar que los alimentos se peguen es aceite de oliva. Ten en cuenta que este proceso, que también se puede realizar con grasa animal (bovina o porcina, preferiblemente) implica generar mucho humo, por lo que debes tenerlo en cuenta antes de comenzar a curar la sartén. De hecho, te recomendamos que lo lleves a cabo en exterior, si es posible, en alguna parrilla o barbacoa. Pero si realizas el proceso en la cocina, procura poner en marcha el extractor y ventilar bien la estancia. Además, te recomendamos tener a mano alguna tapa, por si la grasa o el aceite se ponen en contacto con la fuente de calor, generándose algún pequeño fuego.

El proceso consiste en cubrir la sartén de hierro con una fina capa de aceite y extenderlo con ayuda de un papel de cocina por toda la superficie interna. Debemos frotar durante un par de minutos para dar tiempo a que los poros se impregnen bien. En el caso de la grasa animal, podemos precalentar la sartén para facilitar la tarea.

Una vez impregnada de grasa o aceite la sartén, se coloca a fuego medio y se deja que se queme por completo. También podemos realizar este proceso en el horno, a temperatura alta, siempre que la sartén no contenga piezas no aptas para este aparato.

Puedes repetir el proceso si lo deseas para garantizar una curación completa del material.

Si no, solo tendrás que lavar la sartén con agua caliente y sin jabón, para después secarla concienzudamente. El proceso de curado finaliza extendiendo unas gotas de aceite por toda la superficie de la sartén de hierro.

Limpieza y mantenimiento de una sartén de hierro

Para lavarlas, basta un cepillo o una esponja con agua caliente, sin jabón o detergente que interfiera en los sabores. Después, es necesario secar la sartén a mano para evitar que se oxide y entonces es cuando hay que volver a curarla. Para ello, embadurna el interior de la sartén con unas gotas de aceite y distribúyelas bien por la sartén para proteger toda la superficie.

Si cada vez que limpiamos la sartén o la olla de hierro, la curamos, nunca se nos pegará y nos durará muchos años.

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