El aire acondicionado se hace vital en muchos hogares en los días más calurosos del verano. Es un electrodoméstico que nos hace la vida más cómoda en verano pero que puede resultar poco saludable si no realizamos el mantenimiento adecuado. Igualmente, puede que la acumulación de suciedad provoque que el aparato funcione con un menor rendimiento y no enfríe la casa como debería.
Por eso, si tu aparato es de calor/frío es recomendable que revises los filtros del aire al menos dos veces al año, antes de cada temporada. Si solo es de frío, debes revisarlo en primavera, antes de que empiece el verdadero calor. Comprobarás que los filtros de estos aparatos acumulan polvo y polen a lo largo de las estaciones.
Sigue estos pasos para limpiar el aire acondicionado:
- Apaga el aparato por completo y desconecta la corriente.
- Abre la carcasa y extrae los filtros. Tienen forma de rejilla y suelen extraerse con facilidad.
- Repasa la superficie con el aspirador en posición suave para atraer la mayor cantidad de pelusas y polvo posible.
- Lava con cuidado cada filtro con agua fría y jabón suave. No utilices productos fuertes ni aclares con agua caliente para evitar que se deforme. Déjalos secar al aire (que no le de el sol).
- Limpia también la instalación externa: retira la rejilla desatornillando las sujeciones para acceder al interior. Si tu casa está en altura, descuélgalo e introduce el aparato en el interior para trabajar sin riesgos. Pasa una bayeta humedecida en agua por el ventilador, la rejilla y los rincones accesibles en los que se haya acumulado polvo y suciedad.
Recuerda que mantener tu aire acondicionado limpio y en óptimas condiciones te ayudará a evitar reparaciones costosas, además de aumentar su rendimiento y eficacia.
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