Pintar las paredes de nuestro hogar es una necesidad que se impone irremediablemente cada cierto tiempo y cuya frecuencia dependerá de la presencia en casa de niños o mascotas. Aún así, el tono de la pintura de nuestras paredes se va apagando con el paso del tiempo de manera que solo una buena mano consigue renovar la sensación de limpieza y confort en cada una de las estancias.
Tanto si lo dejamos en manos de los profesionales, como si decidimos ocuparnos nosotros mismos de la tarea, es muy frecuente encontrarnos con manchas de pintura en distintos rincones de la casa: suelos, rodapiés, marcos de las ventanas, llaves de la luz, cristales, etc. ¿Cómo limpiar restos de pintura como estos? Te damos la clave de cómo actuar en cada caso, según la superficie.
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En primer lugar, debes saber que si la mancha de pintura que tratas de eliminar pertenece a una pintura con base de agua, lo mejor es tratar de eliminarla con jabón y agua templada antes de que se seque. Es cuando se nos presentan restos de pintura con base oleosa cuando debemos echar mano de disolventes.
Si la pintura ha caído sobre una superficie de mármol, como puede ser un suelo, solo tendrás que usar un rascador para levantar los restos secos. Si la pintura aún no se ha secado sobre el mármol, puedes recogerla con un papel y terminar de quitar los restos con un trapo con aceite de linaza.
Para limpiar restos de pintura de superficies de madera solo tendrás que frotar con un trapo impregnado en aguarrás.
Si donde han quedado gotas de pintura es en los cristales de las ventanas, tan solo tendrás que frotar la zona con un trapo humedecido en alcohol. Da varias pasadas hasta que el rastro de pintura desaparezca. Comprobarás que no requiere mucho esfuerzo.
Cuando la pintura salpica los interruptores de la luz (de plástico) podemos eliminarla con aguarrás y un paño, poniendo mucho cuidado en que el líquido no entre en contacto con el sistema eléctrico. Hay que dejar que el producto actúe unos segundos sobre los restos de pintura para entonces frotar con un estropajo suave y retirar la mancha.
Igualmente, los restos de pintura que quedan en brochas, rodillos y herramientas se eliminan sin demasiados problemas con aguarrás.
Para manchas de pintura en telas, como pueden ser alfombras o cortinas, lo ideal es eliminarlas cuando aún no se hayan secado del todo tratando de retirar con trapos la mayor cantidad de producto posible. Si la mancha se ha secado, puedes tratarla con acetona, aunque probando primero en algún lugar poco visible del tejido para comprobar que no se deteriora. Entonces prepara una mezcla de agua con acetona y humedece la zona con la mancha de pintura. Deja que actúe para que la reblandezca y entonces frota el área con un cepillo impregnado en agua caliente con jabón. Aclara con agua caliente y repite la operación hasta que desaparezcan los restos.
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