Puede que, después de todo el invierno, cuando hayas ido a recuperar tu sombrilla de playa al armario o al trastero te hayas llevado una sorpresa al ver lo sucia que está. Es posible que hayan aparecido manchas de humedad, crema solar, tierra, etc., que ahora se han vuelto muy evidentes y que no te gustaría que te acompañaran durante todo el verano. Lo mismo sucede con las sombrillas que utilizamos en patios y jardines para protegernos del sol mientras comemos al aire libre en verano.
Si te ha sucedido esto te habrás preguntado: ¿se puede lavar una sombrilla? En principio, no es necesario que vayas a comprar una nueva, porque todas las sombrillas se pueden lavar, de una forma u otra. Solo tienes que comprobar si tu sombrilla es desmontable o no.
Sombrillas desmontables
En el caso de que lo sea, significa que puedes separar la tela de las varillas y meterla cómodamente en la lavadora, siguiendo las instrucciones del fabricante. Normalmente este tipo de telas se lavan en programas de agua fría y con un chorrito de vinagre blanco en el cajetín, en lugar de suavizante.
Si la tela de la sombrilla presenta manchas difíciles y muy visibles, conviene tratarlas antes de meterla en la lavadora con unas gotas de detergente y un cepillo. Puedes emplear también oxígeno activo para eliminar tratar las manchas antes de lavar.
Un truco para que la sombrilla quede impecable y no se arrugue demasiado es lavar la tela en la lavadora justo antes de ir a la playa y secarla una vez colocada de nuevo, completamente abierta y bajo el sol. Esto mismo puedes hacer con las sombrillas de jardín, que se secarán mejor una vez colocadas y abiertas. No olvides siempre repasar el palo y las varillas con una bayeta húmeda antes de colocar de nuevo la tela lavada.
Sombrillas no desmontables
En el caso de las sombrillas cuya tela no se puede extraer de las varillas, la solución en lavarla a mano en un espacio grande, como un jardín, un patio o un garaje. Lo más cómodo es utilizar una manguera para mojar y aclarar cómodamente la estructura. Pero antes, te recomendamos que retires el polvo con una bayeta húmeda, repasando bien el palo y las varillas de la estructura, para evitar que la tela se manche más. Para eliminar el polvo de la tela puedes usar la aspiradora, empleando para ello la boquilla pequeña.
Prepara un barreño con agua y jabón neutro y un cepillo para limpiar por completo la tela, incidiendo especialmente en las zonas que presentan manchas. Si es necesario, puedes usar agua oxigenada para blanquear y oxígeno activo para eliminar manchas rebeldes. En el caso de que tu sombrilla sea de color, recomendamos hacer un aclarado con agua y vinagre blanco para que se mantengan vivos. Aclara bien la sombrilla con ayuda de la manguera cerciorándote de que no quedan restos de jabón ni en la tela ni en las varillas.
A la hora de secar la sombrilla te recomendamos colocarla directamente bajo el sol y totalmente abierta para que no queden restos de humedad. Puedes secar las partes metálicas con un trapo limpio para dar brillo y eliminar el rastro de agua.
En general, para evitar sorpresas al recuperar la sombrilla al comienzo de cada verano, te recomendamos hacer una limpieza de mantenimiento cada año al terminar la temporada de playa.
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