Si durante el verano las chanclas son tu calzado más recurrente, especialmente en vacaciones, probablemente requieran más de una limpieza. El polvo, la arena, la tierra y la suciedad de cualquier suelo en general se va quedando impregnadas en nuestras chanclas con el uso habitual. Además, es fácil que con los restos de humedad de playas y piscinas, así como de sudor, nuestras chanclas acaben acumulando malos olores.
Por eso te recomendamos una limpieza frecuente que además te permitirá prolongar la vida útil de tus chanclas. Para ello, deberás atender al material con el que están fabricadas:
– Las chanclas de plástico se pueden lavar tanto a mano como en la lavadora, aunque si tienen algún tipo de dibujo impreso debes tener en cuenta que los lavados a máquina irán haciendo que este desaparezca. En ese caso, te recomendamos lavar las chanclas a mano, dejándolas unos minutos a remojo en agua fría con jabón suave y frotando después con una esponja cuidadosamente. Lo mismo sucede cuando las chanclas tienen elementos decorativos que puedan estropearse en la lavadora, tales como lentejuelas, flores y demás abalorios
Las chanclas de plástico que no tengan dibujo pueden lavarse cómodamente en la lavadora, utilizando un programa de agua fría y sin necesidad de suavizante.
– Las chanclas de tela pueden lavarse también tanto a mano como a máquina. Este tipo de chanclas son más propensas a presentar manchas difíciles de quitar. Si es el caso, realiza un tratamiento previo al lavado a máquina para asegurarte de que eliminas la mancha. Si se trata de manchas de grasa, por ejemplo, puedes emplear un cepillo pequeño (como los de dientes) y un poco de jabón lavavajillas para frotar la mancha. Deja que el jabón actúe unos minutos sobre la zona manchada y después mete las chanclas en la lavadora.
Cuando vayas a poner una lavadora con chanclas te recomendamos que aproveches para limpiar otro calzado y evites llenar el tambor de ropa, ya que las chanclas podrían deformarse o dañarse si se lavan con demasiada presión en el tambor.
Siempre que laves a mano o en la lavadora chanclas de tela o de plástico, debes dejarlas secar al aire libre, a ser posible, sin que les dé directamente el sol y apoyadas en una superficie plana, para que no se deformen.
– Chanclas de piel: para limpiar chanclas con este tipo de material, lo primero que te recomendamos es que elimines la suciedad más superficial con ayuda de un trapo ligeramente humedecido en agua. Después, aplica leche desmaquillante con ayuda de un algodón para que vaya saliendo toda la suciedad y se uniformice toda la superficie. Una vez hayas repasado toda la piel y se haya secado, puedes aplicar una crema protectora específica para calzado para que tus chanclas de piel permanezcan más tiempo como nuevas.
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