Los utensilios y baterías de acero inoxidable son muy valorados en la cocina por la resistencia que ofrecen. Al no llevar recubrimientos antiadherentes resultan totalmente saludables al cocinar (a menos que exista alguna alergia al níquel o al cromo). Como el nombre del material indica, los utensilios de acero inoxidable son muy resistentes a la corrosión
Si tienes en casa una sartén o una olla de acero inoxidable únicamente habrás notado una desventaja respecto de otros materiales: conducen peor el calor por lo que tardan más tiempo en calentarse, por lo que, si nos precipitamos, los alimentos se pegarán.
Por lo demás, únicamente hay que tener en cuenta una serie de consejos para cuidar y alargar la vida de nuestra sartén nuestra olla de acero inoxidable:
– Se puede meter en el lavavajillas sin problemas, pero hay que poner cuidado en secarla bien con un paño tras el lavado para que no queden manchas de cal sobre el material.
– En las cocciones, para que no queden manchas de sal, échala siempre cuando el agua empiece a hervir.
– Si la sartén o la olla de acero inoxidable presenta manchas de comida o del lavado, solo tendrás que limpiarlas con una mezcla de agua templada y vinagre o zumo de limón.
– Nunca uses estropajos metálicos para lavar este tipo de utensilios de acero inoxidable. Tampoco uses espátulas o cucharas que puedan rayar el fondo de la olla o la sartén.
– No almacenes alimentos en su interior, podrían dejar sabor en la comida. Además, si permanecen demasiado tiempo, también pueden dejar manchas en el acero.
– Antes de fregar una sartén o una olla de acero inoxidable que acabas de usar para cocinar deja que se enfríe. De lo contrario puede deformarse, ya que con el calor la base se expande y hasta que no se enfría no recupera su forma cóncava.
– No dejes la olla sobre el calor sin ningún alimento, ya que podría deformarse.
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