Aunque dispongamos de lavavajillas en casa, hay piezas delicadas de vajilla, cristalería y menaje que conviene lavar a mano para proteger sus propiedades y acabado. Asimismo, es probable que de vez en cuando la carga del lavaplatos no dé a basto con la cantidad de platos que has manchado en una comida con más comensales de lo habitual. Otras veces es la suciedad incrustada después de cocinar en el horno o el hecho de que se haya quemado la base de alguna cacerola o sartén lo que nos obliga a fregar a mano.
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En estos casos, o si simplemente no dispones de lavavajillas en tu hogar, te conviene repasar estos consejos para fregar los platos a mano.
1. Usa guantes: aunque algunas marcas de detergente para los platos insistan en que su producto contiene un PH respetuoso con la piel, tus manos se acabarán dañando por el contacto continuo con el agua, el jabón y la suciedad de los platos. Además, el agua caliente necesaria para fregar de un modo eficaz resecará tus manos rápidamente. Con los guantes mantendrás tus manos protegidas, podrás fregar a mayor temperatura para combatir mejor la grasa y desinfectar mejor y estarás protegiendo tus uñas también. Si no te acostumbras al tacto con los guantes clásicos de goma prueba con unos de látex o vinilo, que permiten un mayor control con las manos.
2. Deja los platos a remojo: cuanto más dejes que la suciedad se seque sobre los platos, más te costará después sacarla. Siempre que puedas, llena la pila de agua con un chorrito de jabón y mete ordenadamente los platos y piezas que vayas a fregar. Hazlo especialmente con las bandejas de horno, ollas y sartenes con las que hayas guisado a gran temperatura. Evita dejar a remojo las piezas de porcelana.
3. Combate la grasa con agua caliente: comprobarás que las piezas que acumulen mucha grasa no se limpian correctamente con agua tibia. Solo el agua caliente, en combinación con un buen jabón lavavajillas te permitirán dejar limpios los platos que hayan estado contacto con salsas, aceite, etc. Además, el agua caliente te permitirá desinfectar la vajilla.
4. Usa diferentes estropajos: las esponjas para los materiales delicados como la porcelana o el cristal, el verde clásico para cubiertos, ollas, platos, vasos y sartenes en general, el de acero inoxidable para los culos de sartenes y ollas, así como para piezas de batería sin tratamientos y el azul que no raya para superficies antiadherentes.
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5. Limpia el estropajo: para evitar que la suciedad y los olores pasen de unos platos a otros, cuando el estropajo se manche con grasa, salsa, restos quemados o sólidos acláralo bien bajo el grifo antes de seguir fregando. Si es necesario, espolvoréalo con un poco de bicarbonato para eliminar olores y dejarlo listo para seguir fregando con toda seguridad.
6. Cristal con agua tibia: el menaje de cristal no queda bien con agua caliente y corre riesgo de romperse. Usa mejor siempre agua tibia para eliminar la grasa que haya quedado en los cantos de las copas y aclara al final con agua fría para sacar brillo. Utiliza la esponja para este tipo de piezas delicadas. Un chorrito de vinagre blanco antes del último aclarado también te permitirá obtener un brillo extra.
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7. Escurreplatos: ya sea dentro de una armario o junto al fregadero, deberás disponer de un escurreplatos donde ir colocando lo que vas fregando. Si no dispones de uno, coloca un trapo grueso o una bayeta absorbente sobre la encimera y ve dejando ahí los platos, vasos y demás piezas. Coloca boca abajo las piezas que puedan acumular agua en su interior como vasos o tazones.
8. Seca las piezas delicadas: las copas, los platos de porcelana, las bandejas de plata o incluso algunos cubiertos quedarán con marcas de agua si no los secamos. Utiliza un trapos suave limpio para ir secando estas piezas nada más terminar de fregarlas.
9. El orden ideal: guarda un orden lógico a la hora de fregar, comenzando por las piezas más pequeñas y dejando para el final las de mayor tamaño o con manchas más incrustadas. De igual manera, lo más cómodo será ir colocando lo fregado en el escurreplatos con este orden, de forma que las piezas más pequeñas queden bajo las grandes.
10. Desatasca el fregadero: cuando hayas terminado de fregar es probable que se hayan acumulado restos de comida en el desagüe. Procura disponer de un colador de desagüe para evitar que se cuelen por la tubería y prevenir posibles atascos.
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En general es recomendable lavar a mano:
– Utensilios y tablas de cortar de madera (o que contengan una parte de madera). Aprende aquí cómo limpiar utensilios de cocina de madera
– Cacerolas y sartenes con tratamientos antiadherente.
– Copas de cristal.
– Vajillas delicadas con motivos decorativos.
– Menaje de gran tamaño (obliga a desperdiciar mucho espacio en el lavaplatos).
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