Hacer y organizar la colada son tareas inevitables en el hogar, pero podemos ahorrar tiempo si gestionamos la ropa de forma racional. Porque, si nos organizamos bien y somos un poco ordenados con la ropa que hemos lavado y tendido, podremos evitar planchar una buena cantidad de prendas.
Pon en práctica estas rutinas sencillas para ahorrar tiempo con la colada y evitar los montones de ropa limpia por la casa:
– Evita almacenar la ropa seca de la colada en cestos sin doblar. El esfuerzo con la plancha será doble después si dejas que se acumulen prendas en un montón durante días. Aunque no vayas a planchar inmediatamente después de recoger la ropa del tendal, guarda lo que puedas y dobla el resto a la espera de que llegue el momento del planchado.
– Al recogerlas del tendal, separa las prendas en montones en función de a quién pertenezcan o en qué armario se guarden para ahorrar tiempo. También puedes organizar los montones en diferentes cestos. Uno más pequeño para la ropa de los niños y la interior y otro para la ropa de cama y otras prendas de mayor tamaño.
– Dobla la ropa interior a medida que la vas quitando del tendal. Así podrás guardarla directamente en el cajón y no se perderá bajo montones de prendas más grandes. Además, si hay piezas que tiendan a arrugarse con facilidad, como los clásicos calzoncillos tipo «boxer», evitarás tener que pasar la plancha.
– Empareja los calcetines: una vez estén secos y los retires del tendal, debes aprovechar para emparejar los calcetines. Es la mejor forma de evitar que se pierda alguno entre los montones de ropa y alguna pareja quede incompleta.
– Dobla las camisetas de algodón y otros tejidos que no estén muy arrugados cuidadosamente para evitar tener que plancharlos después. Comprobarás que muchas prendas de «sport» no necesitan pasar por la plancha si las doblamos inmediatamente después de quitarlas del tendal.
– Cuelga las camisas en perchas. Para ahorrar tiempo en el planchado y evitarnos lidiar con arrugas que no se van ni con agua de planchado, una vez retires las camisas y blusas del tendal, colócalas sobre una percha para que no acumulen más arrugas de las que ya tienen tras el lavado. Puedes almacenarlas de dos en dos para que sea más práctico. Haz lo mismo con vestidos y pantalones que se arruguen con facilidad.
– Dobla y guarda las toallas y los trapos de cocina. Son prendas que quedan perfectas si las doblamos en cuanto estén secas. Divídelas en montones por tipo y tamaño y así las tendrás listas para guardar en su sitio.
– Sábanas y fundas: son piezas grandes que a menudo nos cuesta doblar inmediatamente después de retirarlas del tendal. Pero, si lo hacemos podemos incluso evitar tener que plancharlas. Las sábanas bajeras y encimeras , así como las fundas de edredón nos hacen perder mucho tiempo en la plancha, por lo que merece la pena tenderlas con cuidado para que no salgan muchas arrugas y, una vez secas, doblarlas bien y guardarlas en su sitio.
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Con estos sencillos trucos conseguirás ahorrar tiempo en tu colada y evitarás que se te acumulen montones de ropa por la casa que luego te obligan dedicar más tiempo del necesario a la plancha.
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