Organizar la ropa interior en el hogar puede parecer una tarea sencilla, pero lo cierto es que es muy habitual que el cajón en el que guardamos estas prendas esté desordenado. Los diferentes tamaños y formas de las prendas que almacenamos en un cajón de ropa interior, especialmente si es femenino, provocan que mantener un orden sea a veces complicado, especialmente a la hora de localizar lo que buscamos en cada momento. Calzoncillos, calcetines, sujetadores, bragas y demás pequeñas prendas de ropa interior pueden llegar a mezclarse en el cajón, dando lugar a un espacio caótico que empeora cada vez que echamos mano de alguna prenda. ¿Cómo solucionarlo?
Lo primero que debes tener en cuenta es que has de delimitar el espacio para cada tipología de ropa interior para poder mantener un orden duradero. Así por ejemplo, los sujetadores deben estar separados de los calcetines y las bragas, cada uno en montones delimitados por organizadores. Puedes elaborar tus propios organizadores de ropa interior reutilizando cajas de cartón o plástico que encajen bien en tus cajones. También los encontrarás en casi cualquier gran superficie, tanto de tela como de plástico. Muchas tiendas incluso venden organizadores hechos a medida para los cajones de los muebles que comercializan, por lo que debes valorar esta opción.
Una vez tengas los organizadores de ropa interior y complementos, colócalos en cada cajón de la forma que más te convenga y decide qué espacio quieres reservar para cada tipo de prenda en función de la cantidad de unidades o de lo que ocupen.
Es muy importante doblar cada tipo de ropa interior con la misma forma para que se mantenga ordenada y uniforme dentro del organizador de cajones. Será la mejor manera de encontrar en cada momento lo que necesitas sin desordenar cada compartimento. Asimismo, puedes valorar distintas opciones a la hora de doblar las prendas de ropa interior, en función del alto de los cajones donde las guardes. Por ejemplo, puedes colocar los sujetadores plegados sobre una copa y en fila, o los calzoncillos doblados y en una fila vertical, de manera que queden de pie. Esto también dependerá del espacio que tengas para la ropa interior.
Estos accesorios resultan muy prácticos ya que se pueden lavar en la lavadora, en caso de que sea necesario, y se pueden extraer cómodamente con su contenido íntegro sin provocar ningún desorden. Además, si los organizadores son individuales, podrás cambiarlos de sitio cuando lo necesites sin esfuerzo, para así tener un acceso más rápido y cómodo a lo que necesitas en cada momento, cada día o cada temporada del año. Podrás, por ejemplo, intercambiar el organizador de calcetines y medias de invierno por el de la ropa de baño cuando llegue el calor y viceversa al entrar en el otoño.
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