El momento de la plancha semanal no tiene por qué ser tedioso si sabemos cómo hacerlo de forma rápida y eficaz. Así descubrirás que, aplicados los trucos y consejos básicos, el planchado pasa a ser una tarea más de la casa que no tiene por qué acumularse indefinidamente en un rincón.
Ten en cuenta lo siguiente:
Lee las etiquetas: la primera vez que planchas una prenda debes fijarte en la composición de la misma y la recomendación de planchado del fabricante que se indica en la etiqueta. La temperatura será muy importante para no estropear la ropa o dedicarle más tiempo de plancha del necesario. Por lo general, las prendas de algodón se planchan a la máxima temperatura, mientras que los tejidos acrílicos o la seda requieren menos calor.
Plancha la ropa del revés: así evitarás deteriorar el tejido por fuera, la parte realmente visible y conseguirás grandes resultados de planchado. Ni que decir tiene que las prendas con bordados, pedrería o serigrafiados deben plancharse al revés para evitar dañar los detalles e incluso la plancha.
Si has tenido un descuido y has manchado la suela de la plancha te enseñamos cómo limpiar restos quemados de la suela de la plancha.
Pantalones: para que cualquier pantalón quede bien, lo primero que tienes que hacer es sacar los bolsillos para evitar que dejen marcas. Si es necesario, da la vuelta al pantalón y plancha también los bolsillos. Repasa la cintura y el inicio de los bolsillos, una vez dentro. Después, introduce el extremo más pequeño de la tabla de planchar por cada pernera para quitar las arrugas de la mitad interior. En caso de que el pantalón tenga raya, guíate por ella para mantenerla. Si se trata de un pantalón de traje, utiliza un pañuelo de tela para evitar que aparezcan brillos en el tejido. Por último, remarca el planchado con raya planchando las dos perneras a la vez, una superpuesta a la otra, haciendo que las rayas coincidan a los lados. Repite la operación por el otro lado.
Camisas: son una de las prendas que más asustan a la hora de planchar por su aspecto y hechura impecables. Para lograr un buen resultado sin demasiado esfuerzo te recomendamos que humedezcas la camisa con un poco de agua (las planchas suelen llevar incorporado un pulverizador para ello) y uses vapor para facilitar el planchado. Empieza a planchar por el cuello y su base, por ambos lados, para pasar en segundo lugar a los puños. Desabróchalos para plancharlos más fácilmente con cuidado de no rozar los botones con el metal. Prosigue por los brazos y deja la espalda y la delantera para el final. Tras el planchado, cuélgala inmediatamente en una percha para que no vuelva a arrugarse.
Sábanas y manteles: lo más sencillo y rápido es que dobles estas prendas grandes, por la mitad, o en cuartos, antes de ponerlas sobre la tabla de planchar. Si están algo húmedas serán mucho más fáciles de tratar, si no, rocía agua de vez en cuando y aplica vapor para agilizar la eliminación de las arrugas.
Por último, si no quieres dedicarle excesivo tiempo a la plancha, te aconsejamos que dobles la ropa seca recién quitada del tendal. Si la colocas en un montón no hará más que arrugarse y prolongar el tiempo de planchado. Asimismo, ten cuidado a la hora de colocar las pinzas para no generar marcas difíciles de quitar incluso con la plancha. Aprovecha costuras y cinturillas para causar el menor daño posible en las prendas.
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