La proliferación de las mamparas de duchas por encima de las cortinas en los últimos años, parece haber arrinconado este elemento, que se considera ‘de segunda’ o de menor categoría. Cierto es que las mamparas ofrecen prestaciones prácticas y estéticas que pueden superar a las cortinas, pero éstas también presentan una serie de ventajas nada desdeñables, algunas de ellas relacionadas con la limpieza.
Si estás a punto de cambiar el baño o te has mudado y tienes dudas, vamos a intentar despejarlas con una breve exposición de ventajas e inconvenientes de las cortinas y mamparas.
1. Comodidad: para muchas personas, las mamparas son más cómodas que las cortinas de ducha. Se reduce sustancialmente el riesgo de que el agua se salga, no se mueven de su sitio cuando nos movemos en su interior, concentran más el calor y aíslan del ruido exterior cuando queremos darnos una ducha relajante. Con las mampara se acaba la molestia de pegarse al cuerpo, ni sus anillas se traban en la barra cuando queremos salir de la bañera o plato de ducha. Inconvenientes que sí tienen las cortinas.
Pero si elegimos una cortina de ducha de buena calidad, con un buen grosor, e incluso una doble barra con una tela decorativa exterior y otra impermeable interior, que amortigüe las salpicaduras, podemos reducir el riesgo de los molestos escapes de agua al baño.
2. Limpieza: las mamparas requieren un mayor trabajo y mantenimiento, ya que presentan más posibilidades de acumulación de cal y moho en sus guías y en cada rincón o esquinas de su estructura. Es necesario limpiarlas frecuentemente con un cepillo o estropajo y agua caliente para eliminar cualquier residuo, desde el polvo y el moho al pelo, ya que esto puede convertirse en un foco de suciedad y malos olores. Los restos de jabón y la acumulación de humedad pueden echarla a perder. Algo que no sucede con una cortina de ducha, que se puede recoger y apartar para que la ducha se airee y no acumule moho.
Por otro lado, para limpiar una mampara y dejarla impecable, hay que emplearse a fondo con el limpiador del baño, los productos anti cal o multiusos, dependiendo de su material y de las recomendaciones del fabricante. Por contra, la mayoría de las cortinas de ducha podemos meterlas en la lavadora. Asegúrate antes de comprarlas. Y nada más terminado el lavado, sácalas del bombo y cuélgalas para que se sequen sin acumular humedad ni generar arrugas. Aquí, más consejos para limpiar cortinas de baño.
Las cortinas son más sufridas, no requieren tanto mantenimiento. Pero para que una mampara luzca y se vea bonita, tiene que estar impecable. Como si del espejo que tienes en el salón se tratara.
3. Estética: en este apartado solo podemos decir que el libro de los gustos está en blanco. A algunos baños, por su diseño y su estilo, les encaja mejor una mampara. Pero a otros les va de maravilla la cortina. Una de las grandes ventajas de las cortinas de ducha es que las puedes cambiar cuando te canses de ver las mismas formas o colores; algo que no es tan sencillo con una mampara.
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