Uno de los ingredientes más socorridos en la cocina son las patatas. Perfectas para acompañar todo tipo de platos resultan sabrosas y muy fáciles de preparar en casi todas sus versiones. Además, nos proporcionan un necesario aporte de hidratos de carbono, fibra, agua, vitaminas y minerales. Además, su contenido en grasas es prácticamente nulo.
A la hora de cocinar patatas, podemos escoger entre múltiples formas más o menos complicadas: en un guiso de cuchara, como acompañamiento de platos al horno, fritas, en versión puré, etc. Las posibilidades son muy variadas. Pero para aquellos que no dispongan de mucho tiempo o que estén empezando en esto de la cocina, proponemos cuatro formas de cocinar patatas sorprendentemente sencillas:
– Patatas cocidas en el microondas: sí, la forma más rápida y saludable de degustar una patata como guarnición es cociéndola en el microondas. Bastarán unos cinco minutos para que la patata esté lista para comer y sin perder ni un ápice de su sabor. Para ello lava la piel de la patata bien, pínchala varias veces con un tenedor e introdúcela en el microondas. Si la patata es grande lo mejor es que la metas tres o cuatro minutos de una cara y la gires para cocerla otro tanto. Las patatas pequeñas se cocinan en no más de cinco minutos en el microondas.
No es necesario que tapes las patatas dentro del microondas y no te asustes si oyes pequeñas explosiones durante el proceso. Es que la patata está soltando todo el agua.
– Rodajas de patata al horno: otra receta tan sencilla como sabrosa consiste en hornear las patatas con unos ingredientes básicos. Pela y lava bien las patatas para cortarlas en rodajas no demasiado finas. Después condiméntalas con sal y pimienta o cualquier ingrediente que desees: romero, orégano, tomillo, ajo en polvo, pimentón, etc. Colócalas sobre la bandeja del horno con una base de papel especial para hornear, precalienta el aparato y vierte unas gotas de aceite sobre cada rodaja. Introdúcelas a unos 120º y pasados unos cinco minutos baja a 100º la temperatura para que además de dorarse se hagan bien por dentro. Dales la vuelta si deseas que se doren por las dos caras.
– Patatas rellenas: para rellenar patatas puedes utilizar el recurso del microondas para ahorrar tiempo y mientras dedicarte al relleno. Para elaborarlo tendrás que partir la patata por la mitad y vaciar el contenido en un recipiente. Procura hacerlo con cuidado para que la piel se mantenga impecable y así conseguir una buena presentación. Para el relleno, machaca la patata y mézclala con los ingredientes con los que desees hornearla: jamón y queso, huevo, carne picada, etc. Una vez preparado el relleno, introdúcelo en las cáscaras de patata y, si lo deseas, cubre todo con un poco de queso para gratinar. También puedes darle una pasada de huevo batido para sellar el relleno.
Deja que se dore y tendrás una rica patata que te puede servir como entrante en cualquier ocasión.
– Patatas Hasselback: aunque su nombre suene complejo, comprobarás que su elaboración es bien simple. Se pueden preparar tanto en el horno como en el microondas y puedes combinarlas con todo tipo de ingredientes: romero, jamón, bacon, queso, aceite y ajo, etc. Consiste en hacer numerosos cortes a la patata sin llegar a cortarla del todo de forma que quede en rodajas pero unida a la base. Después, hay que condimentar la patata al gusto utilizando las rajas que hemos realizado para ir colocando los ingredientes. Se echa un chorro de aceite en cada una y se mete al horno precalentado (o al microondas) para que se hagan.
En este vídeo conocerás un truco para conseguir hacer las rodajas sin estropear la patata:
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