El dormitorio en esencia es aquella estancia de nuestro hogar reservada para el descanso, para reponer energías y desconectar la mente del trabajo y las preocupaciones. Mantener la habitación ordenada resulta imprescindible en este sentido si pretendemos descansar porque solo un dormitorio ordenado nos transmitirá el sosiego y la tranquilidad necesarios para conciliar bien el sueño. A menudo, nuestro dormitorio acumula elementos innecesarios que reducen el espacio disponible y alteran la armonía que debería reinar en el lugar en el que dormimos.
Si quieres ahorrar espacio en tu dormitorio y convertirlo en una estancia más amplia y confortable puede que caigas en la cuenta de que algunas de estas cosas que solemos acumular no son necesarias:
– Libros antiguos: esos libros que durante un tiempo estuvieron en tu mesita y que por fin terminaste, ¿por qué siguen ahí? Búscales un nuevo lugar en una librería en el salón o en cualquier estantería de otra habitación y limítate a tener en la mesita el libro que estás leyendo. Si no encuentras espacio para recolocar estos libros, plantéate donarlo o regalárselos a alguien. Siempre encontrarás a alguien que no los haya leído y le interesen.
– Un escritorio: la habitación donde duermes no debería compartir el espacio con tu lugar de trabajo. Si el propósito del dormitorio es proporcionar descanso y relax, incluir un área de trabajo no hará más que perturbar nuestro momento de desconexión.
– Tecnología vieja: si tú también tienes un cajón en el dormitorio en el que almacenas «reliquias» tecnológicas, es hora de poner orden y vaciar ese cajón. Móviles y cargadores antiguos, cables USB, gafas antiguas y algún que otro medicamento caducado. Todo elementos que seguro no necesitas en tu dormitorio.
– Ropa que nunca usas: ese sombrero que en su día te pareció muy original y que cuelga del perchero de manera indefinida. Ese bolso que nunca encuentras la ocasión de estrenar. Toda esa ropa que nunca usas y se acumula en tu dormitorio, solo está ocupando un espacio precioso en tu armario, o estropeando la armonía visual del cuarto.
– Cosméticos viejos: si cuentas con un tocador en tu dormitorio es más que probable que acumule cosméticos viejos o caducados que almacenas más por nostalgia que por utilidad. Recuerda que los productos y accesorios cosméticos van acumulando bacterias que pueden llegar a ser perjudiciales para la piel.
– Ropa para planchar: nada más estresante que contemplar todo el trabajo que se nos ha acumulado con la plancha. Preserva tu dormitorio del estrés de las «tareas pendientes» y busca otro espacio para acumular la ropa para planchar o doblar.
– Televisor: lo dicen los expertos. Para un correcto descanso, lo mejor es prescindir del televisor en nuestra habitación.
– El móvil: no solo por que es uno de los objetos que acumula más bacterias y suciedad del hogar (¿quién querría tener el inodoro junto a la cama?), sino porque impide que tengamos un correcto descanso. Lo mismo ocurre con los ordenadores portátiles y las tabletas.
– Cojines de más: por muy bonitos que queden y muy bien que conjunten con la decoración de tu casa, tener muchos cojines decorando la cama no hará más que causar desorden, sobre todo, si no tienes donde apoyarlos cuando deshagas la cama.
– La cama de tu mascota: las personas que duermen en la misma habitación que sus mascotas tienen peor calidad de sueño según numerosos estudios.
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