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Diez trucos para ahorrar agua en casa

03/06/2014

El agua es uno de los bienes más preciados y escasos de nuestro planeta. Sea la estación que sea, y al margen de que haya sido un año de abundantes lluvias o gran sequía, conviene adquirir hábitos de consumo responsable en nuestros hogares que no solo velarán por un planeta más sostenible, sino que además nos ayudarán a ahorrar una buena suma de dinero.

Basta con que asimilemos ciertas costumbres en el uso diario del agua y se las transmitamos a nuestros hijos, como una parte esencial en su educación. Precisamente los niños son quienes, por desconocimiento, suelen desperdiciar más cantidad de agua en sus tareas diarias, por lo que conviene inculcarles que se trata de un recurso escaso o inexistente para muchas personas en el mundo.

Te damos algunas ideas para que tú y los tuyos disminuyáis en el consumo doméstico de agua:

El inodoro no es una papelera: tirar papeles, colillas, o pequeños desperdicios en general provoca un gasto descomunal de agua, ya que cada vez que te deshaces de algo de esta forma, tiras de la cadena y se vacía la cisterna por completo. Para remediarlo, coloca una papelera junto al inodoro para acostumbrar a todos a que depositen ahí cualquier tipo de residuo, por insignificante que sea.

Aprovecha el agua fría de la ducha: mientras esperas a que salga el agua caliente para poder regularla a la temperatura ideal, coloca un cubo debajo. Podrás utilizar ese agua para regar plantas o pasar la fregona, por ejemplo. Piensa en la cantidad de agua que desperdicias si no lo haces… Además, recuerda que, siempre que sea posible, conviene cerrar la ducha mientras nos enjabonamos.

Mete botellas en el inodoro: si no cuentas ya con una cisterna de doble caudal (las que tienen dos botones) introduce una o dos botellas llenas para reducir la cantidad de agua que vacía la cisterna cada vez que tiras. Un truco fácil y efectivo.

Llena la lavadora y el lavavajillas: tanto fregar como lavar a mano son tareas que suponen un despilfarro de agua en comparación. Pero si no llenamos estos electrodomésticos antes de ponerlos en marcha estaremos desperdiciando gran cantidad de agua también.

Guarda siempre agua en la nevera: si cada vez que quieres agua fresca dejas el grifo correr, estarás desperdiciando gran cantidad de litros. En su lugar, almacena en la nevera un par de botellas de agua que puedes ir rellenando para poder disfrutar en cualquier momento de un trago refrescante.

Cambia la alcachofa de la ducha: si tu ducha alcanza mucha presión y distribuye gran cantidad de agua, conviene que la sustituyas por una de bajo flujo, es decir, que dosifique la cantidad de agua que se vierte. Además, son accesorios de baño muy asequibles cuyo diseño permite disminuir el gasto de agua casi hasta la mitad sin darte cuenta. Igualmente, es recomendable colocar dosificadores en los grifos de toda la casa.

Reutiliza el agua con que cocinas: cuando lavamos verduras o legumbres, e incluso cuando los cocemos, empleamos gran cantidad de agua que puede aprovecharse para regar plantas. Hazte con una regadera para tenerla siempre a mano en la cocina y verter estos restos útiles de agua.

Riega tus plantas a primera o última hora: evita las horas de más calor para impedir el que agua de riego se evapore y haya que repetir la operación. Es la forma más inteligente de mantener las plantas o el jardín y no desperdiciar agua.

VER TAMBIÉN: Consejos para cuidar las plantas en primavera y verano

Plantas que necesiten poca agua: si estás configurando tu jardín, elige plantas autóctonas, acostumbradas al clima dominante en la zona o simplemente, que requieran poca agua, como el aloe vera o las especies tipo cactus.

Cierra parcialmente la llave de paso: conseguirás reducir el caudal que entra a tu vivienda y reducirás el consumo, logrando un gran ahorro.

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