¿Estás seguro de que sabes cómo limpiar con lejía en casa? Es un producto usado tradicionalmente en la limpieza del hogar, pero del que tendemos a abusar según los expertos. Y es que su poder corrosivo y antibacteriano lo convierte en un producto perjudicial para el medio ambiente. Por eso, su uso debe restringirse lugares y situaciones en las que la desinfección sea imprescindible, y no ha de extenderse a la limpieza ordinaria del hogar.
Por ejemplo, su uso es adecuado para hospitales o para el hogar, cuando haya riesgo de infecciones. También es aconsejable para desinfectar las bayetas que usamos para la cocina y el baño o las tablas de cortar, que acumulan gran cantidad de bacterias.
Estos son los errores más típicos que cometemos al emplear la lejía en casa para la limpieza:
– No usar guantes, ropa especial e incluso gafas de protección: el fuerte olor y el poder corrosivo de este producto
– No limpiar antes la superficie con agua y jabón o algún limpiador específico para eliminar la suciedad.
– No diluir la lejía. Su poder está demasiado concentrado como para no diluirla a la hora de usarla en la limpieza.
– Diluir la lejía en agua caliente: perderá su poder desinfectante al evaporarse el cloro.
– Echar demasiada lejía: para zonas pequeñas basta con diluir unas gotas en agua. Para suelos, calcula un tapón grande por cada 2 litros.
– Usar lejía común para todo. Lo más indicado es emplear lejía de uso alimentario, que no contiene perfumes. Para la lavadora existen lejías específicas para blanquear los tejidos.
– No ventilar los espacios mientras estamos empleando lejía en casa. Los vapores resultan tóxicos, así que debemos evitar respirarlos.
– Usar lejía ante la presencia de mascotas. Es muy perjudicial para su salud y suele incitarles a orinar.
Opciones de desinfección más suaves
– El remedio de desinfección más natural tradicionalmente ha sido el vinagre blanco de limpieza, gracias ácido a su combinación de ácido acético, tartárico y cítrico. Para usarlo, basta con diluir pequeñas cantidades en agua.
– Productos desinfectantes sin lejía: son respetuosos con el medio ambiente y se pueden usar con mascotas, aunque algunos estudios indican que pueden provocar resistencia en las bacterias, por lo que conviene alternar su uso.
– Bicarbonato: un limpiador mucho más suave, pero menos poderoso que los demás en el terreno de la desinfección.
También te puede interesar: