La aspiradora nos permite ahorrar mucho tiempo en la limpieza del hogar, así como solucionar pequeños accidentes caseros. Es probable que pienses que pasar el aspirador no tiene grandes misterios, pero quizá al repasar esta lista te percates de que estás cometiendo algunos errores.
– No limpiar la boquilla principal: a menudo acumula pelo, fibras, polvo, papeles y suciedad en general que irás arrastrando por toda la casa si no la retiras. Además, mantener esta boquilla limpia te permitirá alargar su vida útil.
– Dejar que la bolsa se llene al máximo de su capacidad: nunca dejes que la suciedad acumulada supere las tres cuartas partes de la capacidad de la bolsa, ya que tu aspiradora perderá potencia y poder de succión. Si tu aspiradora no tiene bolsa, también requerirá una limpieza periódica para que mantenga su capacidad de absorción y no se estropee.
– No limpiar el filtro: consulta con el fabricante cuál es la frecuencia recomendada para limpiar el filtro y de qué manera hacerlo. Normalmente, cuando el filtro de la aspiradora requiere una limpieza, se percibe a simple vista. Además, tendrás que sustituirlo por uno nuevo aproximadamente un par de veces al año.
– Olvidar los accesorios: casi todas las aspiradoras incluyen otras boquillas de menor tamaño para acceder a rincones difíciles o aspirar superficies especiales, como sillones o cortinas. Puedes dañar algunas superficies si no utilizas estos cabezales (especialmente los que tienen cerdas).
– Aspirar cristal: si cuando se te rompe un objeto de cristal en casa tienes la tentación de recoger los restos con la aspiradora, ten en cuenta que puedes causar un avería en el aparato, si alguno de los trozos se atasca. Además, es muy fácil que con los cristales rompas la bolsa de la aspiradora, lo que podría dar lugar a que se vertiera toda la suciedad acumulada en el interior del aparato.
– Aspirar cenizas: el polvo fino que dejan las cenizas de chimenea o las estufas de pellet, por ejemplo, estropeará a la larga el filtro de tu aspiradora.
– Pasar la aspiradora después de quitar el polvo: el primer paso en la limpieza de una estancia debe ser pasar la aspiradora, siempre antes de pasar el polvo. De lo contrario, si limpiamos el polvo de los muebles primero y pasamos el aspirador después, acabará depositándose el polvo del suelo en los muebles.
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