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Siete formas de frenar el gasto excesivo en el centro comercial

29/03/2014
7 formas de frenar el gasto excesivo en el centro comercial

La visita a un centro comercial justificada por alguna necesidad concreta puede convertirse en un maratón de gasto excesivo en el que acabamos volviendo a casa cargados de bolsas con artículos que, a priori, no necesitábamos. Si lo pensamos resulta fácil caer en la tentación, teniendo en cuenta cómo están configurados este tipo de grandes establecimientos plagados de novedades, ofertas y productos que anhelamos… pero no necesitamos.

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Si lo que estás intentando es ahorrar o controlar los gastos, lo mejor es que elabores un plan de acción antes de acudir al centro comercial. Bastará con que sigas una serie de reglas sencillas que te permitirán tener autocontrol sobre tus compras y el dinero que empleas en ellas:

  1. Haz una lista: como si de la compra en el supermercado se tratase, apunta los artículos que necesitas y que te obligan a ir al centro comercial. Sin darte cuenta, te ceñirás a la lista y evitarás caer en las compras compulsivas.
  2. Usa dinero en efectivo: procura evitar los pagos con tarjeta de débito o crédito para ceñirte al presupuesto. Serás más consciente de lo que te vas gastando y más, si has calculado el importe total de los artículos que has apuntado en la lista. Lleva tarjetas solo para casos de emergencia y nunca para adquirir productos que no estaban en la lista.
  3. Come antes de salir de casa: comprar con el estómago lleno en el centro comercial (al igual que en el supermercado) evitará que caigas en las tentaciones de aperitivos, snacks y comida rápida que suele estar a nuestro alcance en este tipo de establecimientos. Sin duda, un gasto extra con el que no contábamos inicialmente.
  4. Reflexiona antes de comprar: si al pasear por el centro comercial te das cuenta de que necesitas algún producto que has visto en un escaparate y que no llevas en la lista, no te lances a la compra impulsiva, sobre todo si su precio descuadra bastante tu presupuesto. Vete a casa y allí piensa y reflexiona sobre la verdadera necesidad, busca posibles ofertas o alternativas más asequibles en otros establecimientos o a través de internet. La mayor parte de las veces comprobarás que, al llegar a casa, la «necesidad» ya no es tal y has hecho bien en no lanzarte a la compra. Si después de reflexionar un par de días sigues convencido de que lo necesitas y no hay mejor alternativa, podrás volver a comprarlo sabiendo que es la mejor opción.
  5. Busca las rebajas: hoy en día, casi en cualquier época del año encontrarás artículos rebajados en las tiendas. Quizá el que vayas buscando esté en oferta aunque muchos comerciantes no te lo pondrán fácil. Siempre son más atractivos y se ven mejor los productos de «nueva temporada» que los de liquidación. Ten paciencia, busca y compara. Te ahorrarás una buena parte del presupuesto si consigues este objetivo.
  6. Compara: si lo que buscas se puede encontrar en diferentes tiendas del centro comercial lo mejor es que las visites todas y compares sus precios y calidad. Asegúrate de llevarte lo que más te conviene y al mejor precio posible.
  7. No aceptes nuevas tarjetas de crédito: muchas tiendas te las ofrecerán totalmente gratis con el gancho de descuentos, regalos y financiación, aunque con jugosos intereses. Pero lo cierto es que si accedes tendrás una nueva tentación que puede desequilibrar tu presupuesto mensual y llevarte a gastar por encima de tus posibilidades.

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