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Fregar a mano vs. usar el lavavajillas

29/03/2016
Fregar a mano vs. usar el lavavajillas

Fregar los platos es una tarea ineludible en la cocina. Aunque tenemos la opción de hacerlo a mano o usar el lavavajillas. Si todavía dudas sobre cuál es el mejor método, el más eficaz o aquel con el que más ahorras, te mostramos una comparativa con los principales puntos a tener en cuenta:

1. Fregar a mano sale más caro que usar el lavaplatos: se gasta más agua y jabón que con un programa de lavado a máquina. Algunos estudios realizados en nuestro país apuntan a que el lavavajillas ahorra alrededor de 30 litros al día, en su mayor parte, de agua caliente, lo que implica un ahorro considerable de gas o electricidad.

2. Como consecuencia de lo anterior, usar el lavaplatos a la larga resulta más ecológico que fregar los platos a mano ya que se ahorra una cantidad considerable de agua. Todo ello, siempre que se programe el aparato a plena carga y, especialmente, cuando se seleccione el programa «eco».

Las organizaciones ecologistas sin embargo apuntan a que, a pesar del ahorro de recursos que permite el uso de lavaplatos, su fabricación así como su gestión como residuo, implica un importante impacto en la huella ecológica que dejamos.

3. En cuanto a higiene, el lavavajillas nos garantiza una desinfección correcta y, por lo general, una limpieza impecable del menaje. Mientras que al fregar a mano podemos cometer ciertos errores que impidan la correcta desinfección de los platos. Asimismo, es posible que si no usamos agua lo suficientemente caliente (porque nuestras manos no lo soportan) la grasa y los restos de comida no se eliminen del todo.

Eso sí, a veces es necesario poner a remojo ciertas piezas con suciedad incrustada o que han pasado por el horno para ablandar la suciedad y facilitar su limpieza en el lavavajillas. Y, en general, conviene enjuagar todas las piezas antes de colocarlas en el lavaplatos.

4. Los platos salen secos del lavavajillas, mientras que al fregar a mano debemos secarlos o dejar que se sequen, para lo cual necesitamos un escurreplatos o una superficie con suficiente capacidad como para que todas las piezas lo hagan por igual.

5. Las pastillas del lavavajillas son más caras que el jabón común para lavar platos, aunque el ahorro se compensa con el tiempo y la cantidad de agua, gas o electricidad que se consumen fregando a mano.

6. El lavaplatos requiere una colocación precisa para que todo el menaje se lave correctamente. Cada pieza en su sitio, poniendo cuidado de que no tape nada ni estorbe el paso de la «hélice» del aparato.

7. Para ahorrar realmente usando el lavaplatos es necesario llenarlo por completo. Algo de lo que no tenemos que preocuparnos al fregar a mano.

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