Seguro que antes de leer esto pensabas que los polvos de talco solo servían para acondicionar el culito de los bebés. Pero vas a descubrir que la textura fina del talco y su poder absorbente nos permiten muchas aplicaciones diferentes y muy útiles.
Limpiar la arena de los pies: se acabó eso de entrar en el coche con los pies cubiertos de arena. No olvides echar en tu bolsa de la playa un bote de talco para cuando salgas de la playa y no hay ducha en las que limpiarte los pies.
Quitar grasa de tejidos y superficies: el talco es muy eficaz a la hora de eliminar una mancha de aceite o cualquier tipo de grasa en tejidos y superficies diversas.
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Mantener a las hormigas alejadas: si vas a comer en el jardín o planeas un picnic, lo mejor es que protejas la comida de las hormigas dibujando un cordón de seguridad con los polvos de talco. La textura las ahuyenta y te permite disfrutar de la comida sin preocupaciones.
Abrillantar cuero: espolvorea un poco de talco sobre cualquier prenda de cuero y frótala con un paño de microfibra suave. Obtendrás un brillo insuperable.
Colocar guantes de goma: un truco utilizado por los profesionales acostumbrados a manejar guantes de goma es el de aplicar polvos de talco a la hora de colocárselos para un primera uso. Comprobarás que no se resbalan a la perfección al contacto con la piel.
Asear a tu mascota: si tu perro pide un lavado urgente pero no tienes tiempo, puedes asearlo aplicando polvos de talco sobre su piel y cepillándolo después. El efecto es similar al que provoca sobre las raíces grasas del cabello.
Refrescar las sábanas: sobre todo en las noches de calor, espolvorea unos polvos de talco entre tus sábanas y obtendrás un aroma y una sensación más refrescante que te ayudará a conciliar el sueño.
Desenredar collar: ¿el collar que te quieres poner está lleno de nudos? No te preocupes, se soluciona también aplicando unos polvos de talco en la cadena que suavicen los nudos y te ayuden a aflojarlos sin esfuerzo.
Pestañas mas largas y gruesas: cuando te maquilles, aplica una capa de máscara de pestañas y a continuación pasa por las puntas una brocha con polvos de talco, incidiendo en las puntas. Deja que se seque la capa y aplica una segunda para ganar volumen y longitud.
Cajones que se abren con dificultad: si tienes cajones en casa que chirrían al abrirlos, prueba a aplicar un poco de talco en los carriles. Eso ayudará a que se deslicen sin problemas.
Suelo sin ruido: si tienes parqué en casa y cruje al pisarlo puedes reducir el ruido espolvoreando polvos de talco sobre las juntas que crujen. Después solo tendrás que barrer procurando que las juntas queden bien cubiertas.
Refrescar el cabello: ¿tienes las raíces grasas? Pues con los polvos de talco conseguirás aguantar más entre lavados. Solo tienes que aplicarte un poco de talco con una brocha de maquillaje limpia en las raíces cuando veas que se ven apelmazadas y después masajear un poco el cuero cabelludo con los dedos. El polvo absorberá gran parte de la grasa y te permitirá aguantar más entre lavados.
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