Es uno de los accidentes clásicos que sufre todo primerizo (y no tan primerizo) al utilizar la plancha. Puede ocurrir cuando tratas de planchar por error una pieza de encaje, un trozo de tul, lycra o una camiseta serigrafiada. El tejido plástico se derrite e inmediatamente impregna de forma irremediable la suela de la plancha. Si te ha ocurrido esto, lo primero que debes hacer es dejar de planchar y apagar el aparato, puesto que si intentas seguir planchando otras prendas solo conseguirás mancharlas.
Si tratas de eliminar los restos quemados de la suela de la plancha directamente con un estropajo lo más probable es que rayes la superficie (sobre todo si es antiadherente), lo que puede originar que la plancha se pegue a todas las telas y quede inservible. Tampoco recurras a detergentes ni multiusos abrasivos, que dañarán igualmente la capa protectora de la suela de tu plancha. Prueba estos trucos caseros aprovechando el calor del aparato o el efecto inocuo de algunos ingredientes y materiales que todos tenemos en casa.
La forma más tradicional de eliminar restos quemados y otras manchas de la plancha es con una vela y papel de estraza. En este caso, debes desenchufar la plancha y esperar a que esté templada. En caso de que inicialmente la plancha ya estuviera fría, debes calentarla hasta que alcance una temperatura media y entonces desenchufarla. En ese punto frota la vela contra la zona quemada y plancha directamente sobre el papel y comprobarás cómo desaparecen los restos de cera con la mancha de la plancha. Si no tienes este tipo de papel a mano, puedes probar a frotar cuidadosamente los restos impregnados de cera con un estropajo tipo «nanas» húmedo.
Otra opción es poner sal fina, la de mesa, sobre papel de aluminio y planchar directamente sobre la sal, hasta que la presión de los granos vaya despegando todos los restos quemados de la plancha. Para que funcione, debes calentar la plancha ligeramente. Si tu plancha tiene una suela antiadherente, no te preocupes porque la sal no la rayará.
Cuando las manchas no son muy graves, también resulta eficaz aplicar vinagre blanco con un trapo limpio directamente sobre la suela de la plancha, una solución especialmente útil cuando los restos de tela quemada quedan atrapados en los orificios de salida del vapor. En ese caso, puedes ayudarte de un bastoncillo de algodón y presionar el botón vaporizador para desatascar los orificios, con mucho cuidado de no quemarte con el vapor.
Otro remedio casero consiste en elaborar una mezcla de vinagre blanco y sal en las mismas proporciones (bastará con una tacita). Con una esponja se aplica la «pasta» resultante sobre la suela de la plancha, intentando escurrir al máximo para que no gotee y se deja actuar unos minutos. Cuando la mezcla esté empezando a secarse, se utiliza la misma esponja para frotar el metal con suavidad, de forma que la sal vaya arrastrando los restos de suciedad. Cuando se hayan desincrustado, elimina los restos de la mezcla con una bayeta o trapo hasta que la superficie quede totalmente limpia.
Sea cual sea el truco que hayas decidido emplear, como último paso y para garantizar que en la plancha no quedan restos, tendrás que limpiar la suela con un trapo suave y un poco de agua con jabón neutro. ¡Tu plancha quedará como nueva!
Conoce otros consejos y trucos de limpieza de electrodomésticos: