La hormiga es un animal inofensivo, pero puede convertirse en un incordio en el hogar, sobre todo en verano. Es entonces cuando los hormigueros se activan y empezamos a observar las primeras concentraciones en las estancias de la casa. En general, basta con aplicar algún buen insecticida para eliminarlas, puesto que existen productos con potencia suficiente como para mantenerlas a raya durante todo el verano. Pero a veces el problema persiste y con el más mínimo trozo de comida aparecen a cientos.
Además, hay habitaciones como las de los niños o la cocina en las que no es recomendable utilizar insecticidas debido a su alta toxicidad. Para esos casos puedes recurrir a las trampas para hormigas (con las que, atraídas por su contenido, lo transportan hasta el interior del hormiguero, donde actúa su poder tóxico), pero, sobre todo, a remedios caseros mucho más inofensivos para los habitantes de la casa.
- Coloca orégano en armarios o despensas en los que guardes comida: el aroma invadirá estos espacios e impedirá que las hormigas deseen acercarse.
- Pulveriza vinagre donde hay hormigas, como si se tratase de un insecticida, aunque, en este caso, totalmente natural.
- Coloca bicarbonato en las zonas de paso de las hormigas, que evitarán acercarse a esta sustancia.
- Sella las salidas con masilla o silicona: impedirás de forma instantánea que accedan por los lugares que habitualmente lo hacen.
- Deja ramas de lavanda en armarios y demás lugares de la casa donde suelas ver hormigas.
- Ácido bórico o bórax: es un componente natural que resulta tóxico, pero siempre menos nocivo que los insecticidas tradicionales. Para manipularlo es necesario usar guantes. Sigue esta receta: prepara una mezcla de ácido bórico (se compra en la farmacia) con azúcar y agua (vale también miel o incluso leche condensada). Distribuye la mezcla por esquinas y lugares de paso de las hormigas, evitando dejarlo al alcance de niños o mascotas.
Hormigas en el jardín
También es frecuente ver largas filas de hormigas por el jardín, donde pueden ser nocivas para nuestras plantas. Si no queremos recurrir a los pesticidas, podemos utilizar otros remedios caseros para combatir su presencia:
- Prepara una infusión de lavanda y rocíala con un pulverizador sobre las plantas. Las hormigas se mantendrán alejadas del aroma.
- Tritura varias cáscaras de naranja con un chorro de agua y vierte la mezcla resultante sobre la entrada de un hormiguero. La pulpa de naranja produce una sustancia llamada limoneno que disuade a las hormigas de acercarse a los lugares donde se ha vertido. También puede servir el jugo de un limón.
- Distribuye posos de café en puntos estratégicos del jardín y alrededor de la casa, por donde puedan estar entrando.
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