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Seis cosas que no debes hacer con tu aspiradora

12/11/2018
Seis cosas que no debes hacer con tu aspiradora

A veces confiamos en que nuestra aspiradora solucione todos los pequeños desastres que van surgiendo en la casa. Pero, si queremos que la nuestra nos acompañe durante años, debemos tener en cuenta que no están hechas para absorber absolutamente todo lo que se nos cae o derrama.

Ya estemos hablando de una aspiradora con o sin bolsa, estas son las cosas que no debes hacer con tu aspiradora si quieres mantenerla en buen estado por mucho tiempo:

Aspirar objetos duros

Puede resultar tentador pasar la aspiradora sobre esa moneda que de pronto ves en el suelo para seguir con nuestra limpieza sin perder un segundo. Puede que aunque lo hagas no pase nada. Pero bastará una vez para averiar el aparato y puede que sea precisamente esa. Evita riesgos y agáchate a recoger la moneda antes de pasar el aspirador por la superficie.

Y evita, en general, los objetos sólidos que puedas recoger manualmente.

Aspirar con la bolsa llena

Cuando la bolsa de tu aparato ha llegado a us capacidad máxima, no debes seguir forzando. Si lo haces, el rendimiento de la aspiradora se vería afectado y correrías el riesgo de que se sobrecalentara. Esto dañaría el aparato sin ninguna duda.

Si te has despistado y has notado que tu aspiradora tiene menos fuerza de succión, cambia la bolsa y comprobarás que vuelve a funcionar a plena potencia.

Aspirar agua y líquidos

Nunca es buena idea recoger agua con la aspiradora. Podemos estar tentados a hacerlo cuando ocurre algún pequeño accidente en la cocina en el que se derraman líquidos y sólidos. Pero, además de que corremos el riesgo de electrocutarnos, podemos estropear el aparato.

Debes saber que existen aspiradoras de húmedo / seco diseñadas específicamente para este tipo de uso. Así que evita hacerlo con la que no está pensada para tal fin.

Desecharla por mal funcionamiento

Si tu aspiradora comienza a rendir menos de lo habitual, puede que pienses que necesitas comprar un aparato nuevo. Pero antes, te invitamos a que compruebes que realmente no hay algo que está impidiendo que funcione con normalidad.

Primero, verifica la bolsa o el contenedor de suciedad, según el caso. ya te hemos explicado cómo puede afectar en el rendimiento un depósito sobrepasado. Si al vaciarlos no se soluciona el problema, puedes comprobar que no haya una obstrucción. Desenchufa el aparato y repasa el cabeza, la manguera, el filtro y cualquier recoveco en el que pueda haber quedado atascado un objeto que hemos absorbido en un descuido.

Otras veces la obstrucción puede dar lugar a un sobrecalentamiento que haga que el aparato se apague de pronto. Podemos llegar a la conclusión de que la aspiradora se ha estropeado definitivamente. Pero conviene mirar si el calentamiento no se debe a un trozo de tela o cuerda atrapado en un recoveco o a un objeto que ha quedado atascado.

Toma este ritual como costumbre y te llevarás una sorpresa más de una vez.

Aspirar sobre cables

En algunas aspiradoras, el cepillo giratorio que va recogiendo la suciedad del suelo puede dañar el exterior de los cables de manera que, con el tiempo, se vayan deteriorando. Tómate unos segundos para retirar los cables de la superficie que vas a aspirar.

Aspirar cristales

Una gran tentación si se nos ha roto un vaso en la cocina, pero es otra de las cosas que no debes hacer con tu aspiradora. Aunque creas que ahorra tiempo y te permite retirar todos los restos, potencialmente peligrosos si vamos descalzos por casa, corres el riesgo de estropear el aparato. Por pequeños que sean los cristales, pueden adherirse a la estructura interna y dañarla o causar una obstrucción difícil de arreglar.

Recurre mejor a la escoba en estos casos.

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