La tarea de planchar es una de las difícilmente evitables en el hogar puesto que siempre tenemos en el armario prendas de tejidos delicados que se arrugan muy fácilmente. Camisas, blusas, pantalones de traje, vestidos y demás prendas que usamos día a día en el trabajo y fuera de él, han de pasar obligatoriamente bajo la plancha tras el lavado antes de poder volvérnoslas a poner. Recuerda que, aunque planchar sea una tarea ineludible, siempre puedes aplicar trucos para ahorrar tiempo en el planchado.
Es posible que seas de los que deja la tarea de planchar para cuando no queda más remedio y más de una vez se ha encontrado con que la camisa o el vestido que pensaba ponerse ese mismo día sigue en el cesto arrugado. No es necesario que saques la tabla de planchar. Tienes otras alternativas que te pueden sacar del apuro en el momento sin necesidad de usar la plancha. Pon en práctica estos sencillos trucos para quitar las arrugas de la ropa sin planchar:
1. Quitar las arrugas de la ropa con la ducha: ¿tienes el tiempo justo y no puedes pararte a planchar tu prenda favorita? Colócala lo mejor que puedas en una percha y cuélgala en el baño cerca de la ducha. Cierra puertas y ventanas en el baño y dúchate con agua caliente para favorecer la concentración de vapor. La prenda se humedecerá y ganará peso, lo que hará que se estire y pierda casi por completo las arrugas. Es un truco ideal para prendas de tejidos livianos como camisas de hombre, faldas, blusas y camisetas finas. Si es necesario, da una pasada final a la prenda con el secador para que pierda la humedad.
2. Truco de la toalla húmeda: es ideal para eliminar arrugas en prendas finas como camisas o camisetas cuando no tienes tiempo de planchar. Consiste en colocar la prenda bien estirada sobre una superficie plana (una mesa o encimera, la cama o la propia tabla de planchar) y cubrirla con una toalla humedecida y doblada por la mitad. Intenta que sea una toalla grande para que al doblarla y colocarla sobre la prenda arrugada, genere más peso. Puedes usar, por ejemplo, la toalla con la que te acabas de secar al salir de la ducha. Déjala sobre la prenda unos quince minutos y después dedica unos segundos a presionar la toalla con las manos para que las arrugas se vayan atenuando. Después, cuélgala en una percha hasta que te la vayas a poner.
3. Enrollar la ropa para quitar las arrugas: este truco resulta ideal para aquellas prendas gruesas como pantalones o tejidos vaqueros que se hayan arrugado tras su paso por la lavadora o tras esperar su turno en el cesto de la plancha. Pliega el pantalón por la mitad de forma que las perneras queden alineadas y estira bien el tejido para que no queden dobleces. Entonces, comienza a enrollar la prenda desde la cintura hasta los pies, procurando que quede bien prensada. Si es posible, colócala bajo un peso no demasiado sólido, como el de un colchón o un montón de ropa doblada. Al enrollarlo con cuidado, el pantalón queda estirado y las arrugas se van disipando con ayuda de la presión. Este truco te servirá para cuando viajes y necesites guardar unos pantalones en la maleta. Además de ahorrarte espacio, te asegurarás de que no lleguen a su destino llenos de arrugas.
4. Pulverizar agua: al igual que a veces usamos agua de planchado para eliminar las arrugas de la ropa que se nos resiste en la tabla de planchar podemos usarla para casos de emergencia. Cuelga la prenda que no has tenido tiempo de planchar en una percha y con un envase con pulverizador rocíala con agua de planchado (o agua común, si no tienes) hasta humedecerla ligeramente. Después tiéndela al aire libre y a la sombra, a no ser que se trate de ropa blanca. Cuando se seque, comprobarás que las arrugas se han atenuado hasta casi desaparecer. Es un truco que resulta muy efectivo, sobre todo, en los meses de calor.
5. Quitar las arrugas de la ropa con el secador: seguro que has utilizado este aparato en muchas ocasiones para secar una prenda que ha quedado algo húmeda al recogerla del tendedero, pero nunca se te ha ocurrido hacerlo para eliminar arrugas. Para conseguirlo, humedece la prenda como en el truco anterior y, una vez colgada en la percha, pasa el secador con aire frío o templado por todos los rincones. En tejidos finos como la gasa o la seda usa siempre aire frío, ya que con el excesivo calor tienden a contraerse y arrugarse más.
6. Planchas para el pelo: este truco es muy útil para planchar en segundos los detalles de la ropa que suelen llamar más la atención, como el cuello, las solapas, los bolsillos o los puños. Aprovecha el momento de usar las planchas para el pelo para retocar la prenda que se te ha arrugado al sacarla del armario o que has “planchado” previamente con alguno de los trucos anteriores. No olvides que aunque la tela de la camisa haya quedado sin arrugas, el cuello suele necesitar un repaso extra.
También te puede interesar: