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Técnicas de cocina básicas. ¿En qué consiste cada una?

02/02/2017
Técnicas de cocina básicas. ¿En qué consiste cada una?

La cocina, como muchas disciplinas, también tiene su ciencia y llegar a manejar con soltura las diferentes técnicas culinarias requiere manejar ciertos conocimientos y mucha práctica. Cada tipo de cocinado permite un sabor, una textura y un acabado diferentes en cada alimento y requiere una temperatura, un tiempo y unas condiciones determinadas. Por lo que podemos nos todos son apropiados para el mismo tipo de platos. Por eso, si no eres un experto en cocina, puede que desconozcas cuáles son las técnicas de cocina más adecuadas para cada tipo de alimento y qué implicaciones tiene cada una en términos, no solo de disfrute, sino de seguridad alimentaria o dieta sana.

Aquí te presentamos algunas de las técnicas de cocina más básicas y que resulta útil dominar en nuestro día a día para cocinar alimentos más sanos aprovechando al máximo sus propiedades:

Hervir: la técnica del hervido requiere llevar el agua a ebullición (a partir de 100º). Los más habitual es esperar a que el agua de cocción hierva y entonces verter los alimentos. Entonces, el tiempo de hervido no se empieza a contabilizar hasta que el agua vuelva a hervir de nuevo con los alimentos ya en su interior. Lo normal es que con la diferencia de temperatura de estos el proceso de ebullición se detenga al introducir los alimentos y se reanude pocos minutos después, cuando estos se han calentado.

Cocer a fuego lento: aunque pueda parecer el mismo proceso que el hervido, hay una gran diferencia que puede hacernos caer en un grave error a la hora de preparar una receta. Para cocer algo a fuego lento es necesario conseguir primero que el agua (caldo o salsa) hierva para, una vez echemos los alimentos y se reanude el hervido, bajar la intensidad del fuego de manera que se mantenga la ebullición al mínimo. Si dejamos que permanezca demasiado fuerte, el líquido se consumirá y los alimentos quedarán sin hacer. Por el contrario, si no conseguimos mantener la ebullición, el alimento no se cocinará correctamente aunque respetemos el tiempo indicado en la receta. Cuando se cocina a fuego lento, el burbujeo debe ser constante y suave para conseguir el cocinado perfecto.

Cocción al vapor: la más saludable, es un tipo de cocina que se usa sobre todo para preparar vegetales. Consiste en aprovechar el vapor de agua de la cocción para cocinar hortalizas y verduras hasta que queden al dente. Para ello se emplean accesorios en forma de cestillo que permiten que el vapor penetre y cocine los alimentos. Lo más interesante de esta forma de cocción es que los alimentos no pierden apenas propiedades nutricionales y se prescinde de cualquier tipo de grasa para prepararlos.

Freír: quizá el más popular de los sistemas culinarios. Requiere un aceite caliente en el que se sumergen los alimentos para obtener un acabado crujiente por fuera y bien cocinado por dentro. Para que resulte más saludable, es importante usar aceite limpio y evitar que los rebozados no se frían en exceso. Tampoco resulta saludable dejar que los aceites se quemen en la sartén.

Escalfar: el escalfado es un hervido en agua con u chorro de vinagre que permite obtener huevos «fritos», aunque cocinados de una manera más sana.

Parrilla: es una técnica de cocina con fuego en la que no tiene por qué utilizarse grasa alguna para cocinar los alimentos. Sin embargo, es muy fácil que los ingredientes se tuesten en exceso, generándose sustancias poco saludables.

– Saltear: se trata de una técnica muy saludable aunque no fácil de conseguir. Consiste en cocinar (generalmente verduras, arroces, pastas y carnes) durante un tiempo breve, sin apenas aceite pero a una alta temperatura alimentos cortados en piezas de pequeño tamaño. Lo ideal para saltear platos son las sartenes tipo wok, con las paredes altas y buena difusión del calor. El secreto de esta técnica es dejar los alimentos “al dente” consiguiendo que queden bien hechos y no crudos, sin que lleguen a pasarse. Para ello, el movimiento constante de los ingredientes es un requisito indispensable.

Asar: es la técnica de cocina que se realiza en el horno con un calor uniforme y seco. Esto implica que los alimentos pierden más jugos (lo que hay que tener en cuenta a la hora de elaborar las salsas) y que se van cocinando de fuera a adentro, originándose una especie de costra en la capa superficial.

Cocinar al microondas: una forma sencilla y segura de cocinar alimentos con todo su sabor. Dependiendo del tipo de alimentos que cocinemos o de la configuración del plato, puede ser necesario remover los ingredientes o darles la vuelta de vez en cuando para que se hagan con uniformidad. Hemos de tener en cuenta que el microondas también deshidrata los alimentos, lo que provoca una evaporación de los líquidos. Hoy en día puedes disponer de recipientes específicos para cocinar en el microondas con los mejores resultados.

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