¿Has probado alguna vez a limpiar un huevo que se ha caído al suelo? Hagas lo que hagas, la tarea resulta farragosa y desesperante. Con la bayeta, con papel, con una fregona, con la escoba… La peculiar textura del huevo nos dificulta enormemente su limpieza y, si no la acometemos con rapidez, la mancha se incrusta con facilidad y deja un olor desagradable.
Por ello aquí te mostramos el truco infalible para recoger un huevo que se ha estrellado contra el suelo. No te afanes en reducir el área que se ha manchado porque no harás más que extender la clara por todas partes y dejar manchas pegajosas. En su lugar, cubre el huevo desparramado con sal hasta allá donde haya la más mínima salpicadura.
Entonces, tendrás que esperar unos 15-20 minutos para recogerlo. Comprobarás que la sal se ha fundido con el huevo y ha cambiado su consistencia, de forma que la ha solidificado. Ahí es cuando podrás retirar con una escoba o unas servilletas los restos del huevo endurecidos por la sal. Por último, solo te quedará fregar la zona o pasar una bayeta para eliminar cualquier residuo.
Si se han caído varios huevos y el olor es muy evidente, puedes repasar la zona con una bayeta impregnada en agua con vinagre. Así conseguirás neutralizar el olor a huevo.
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