¿Has tratado de usar pegamento instantáneo para reparar cualquier objeto en casa? Parece casi imposible no mancharse la piel y hasta la ropa en el proceso. Un incidente sin importancia, si no fuera por lo incómodo que resulta este pegamento tipo «super glue» cuando se adhiere a la piel. O lo que cuesta eliminarlo cuando nos mancha la ropa. Ya que, en cuestión de segundos, el producto se seca y se hace imposible retirarlo con agua y jabón o cualquier otro limpiador habitual en casa.
El pegamento instantáneo no necesita que se aplique presión o calor para unir los objetos. De hecho, los fabricantes han de añadir un ácido a la fórmula para impedir que el pegado se produzca de forma tan inmediata que no nos permita manipular el objeto que estamos intentando arreglar. Funciona con metal, porcelana, plástico, madera, cartón, cuero o caucho, entre otros materiales. Su fórmula fluida y transparente hace difícil a veces controlar las cantidades que se necesitan para pegar pequeños objetos, lo que suele dar lugar a las manchas.
Por eso, desde Flota queremos revelarte un truco útil para limpiar el pegamento instantáneo de la piel:
Solo tienes que elaborar una pasta que funcionará muy bien para sacar los restos de pegamento rápido. Se compone de dos ingredientes a partes iguales: bicarbonato de sodio y aceite de coco.
1 – Mezcla bien ambos ingredientes (si es necesario, derrite el aceite de coco, que suele solidificarse cuando no hay suficiente temperatura.
2 – Una vez tengas la mezcla, sumerge tus manos (o la parte que se haya manchado) y frótalas bien durante unos segundos para que la piel se impregne completamente.
3- Deja cubierta con la mezcla la piel que se ha manchado con el pegamento instantáneo durante unos 15 minutos.
4- Una vez pasado ese tiempo, frota durante unos minutos las manos (todavía con la mezcla) para despegar el pegamento instantáneo y después lávatelas con un jabón cremoso.
En el caso de la ropa manchada con pegamento instantáneo, conviene antes de nada raspar la zona con una herramienta que deteriore lo menos posible los tejidos, como una cuchara o un cuchillo por el filo que no corta. Si la tela lo tolera, lo ideal sería después aplicar unas gotas de acetona pura que consiga ablandar el pegamento (si dudas, lo mejor es probar la acetona en un área de la prenda poco visible). Una vez se ablande, hay que volver a raspar para limpiarlo por completo. Ya solo quedaría lavar normalmente.
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