Al cocinar es bastante complicado calcular cantidades de comida para toda la familia, y, por ello, es habitual que sobre al final del almuerzo o la cena. Lo mismo ocurre con los ingredientes al preparar los platos, compramos de más y al terminar de cocinar no sabemos en qué utilizarlos antes de que se echen a perder. Estos alimentos tienden a terminar en la basura, lo que supone un desperdicio y una pérdida de dinero importante.
Por ello, en la guía «Aprovechemos los alimentos» -confeccionada por la Asociación Valencia de Consumidores y Usarios (Avacu)- proponen algunos trucos para conservar los productos de alimentación o para reutilizarlos.
Cómo reutilizar los alimentos
- Cuando la fruta está demasiado madura, antes que tirarla se puede usar en zumos, batidos, macedonias, tartas o bizcochos.
- Las carnes, a su vez, están deliciosas en croquetas, canelones y lasañas. O, si se prefiere, también salteada con verduras, pasteles y pudines.
- Para el pescado que sobra tras hervirlo hay también un posible destino. Se puede incluir en ensaladas, y también en croquetas, pudines o en cazuelas de pescado con verduras. La cuestión es echar mano de la imaginación.
También es importante cuidar la correcta conservación de los alimentos.
Trucos para conservar la comida
- Las cebollas y las patatas es mejor guardarlas por separado, puesto que las primeras estropean a las segundas cuando están en contacto.
- La lechuga dura más tiempo si se guarda en el cajón de la nevera envuelta en papel de periódico.
- En cuanto, a las magdalenas, lo ideal es introducirlas en una caja metálica junto a una manzana entera bien lavada y seca. Eso evitará que se resequen.
- El pan de molde se conserva mejor en la nevera.
Tirar la comida supone un importante impacto económico, social y medioambiental, como recuerdan en esta guía. Estos consejos son útiles pero estos son algunas pautas para reducir la cantidad de comida que desperdiciamos.
Reducir los desperdicios
- Planea las comidas de toda la semana. Con una lista muy detallada de los productos que vas a necesitar evitas los olvidos y por lo tanto ir varias veces a hacer la compra.
- Revisa la despensa para evitar comprar aquello que ya tenemos e intenta siempre contar con productos básicos para improvisar en cualquier momento.
- No compres con el estómago vacío porque nos lleva a impulsos y caprichos.
- Haz un presupuesto y respétalo. Hay que comparar precios y calidades dentro del mismo establecimiento y entre los distintos comercios.
- Comprueba el etiquetado, que debe indicar el nombre del producto, sus condiciones de tratamiento, los ingredientes, la cantidad neta, y la fecha de caducidad o de consumo preferente.
- Conserva la comida adecuadamente. Coloca los alimentos de forma que queden los recién comprados más al fondo y los que ya tenías delante, para consumirlos en ese orden.
- Una vez abiertos algunos alimentos, ten en cuenta que pasta, arroz, cereales, harina… se conservan mejor en recipientes herméticos, y leche, nata, zumos… en el frigorífico.
- En el frigorífico los alimentos deben estar a una temperatura entre 1 y 5ºC y en el congelador alrededor de -18ºC. En el frigorífico se guardan en recipientes cerrados o envasados al vacío, sin tocar la pared del fondo y dejando espacio entre ellos para que circule el aire. Cada alimento debe estar en su lugar:
- Puerta: bebidas, mantequilla, mermeladas, salsa y huevos
- Parte superior (los alimentos que requieren menos frío): congelados para descongelar, cocinados y embutidos en recipientes herméticos.
- Parte central: yogures y lácteos
- Parte inferior (los que requieren más frío): carnes, pescados… Los mejor es conservarlos en bolsas o recipientes independientes.
- En cajones: frutas y verduras.
- Sirve pequeñas cantidades de comida. Es mejor repetir plato que sobre comida.
- La comida sobrante se guarda en recipientes adecuados. Etiqueta los productos con la fecha de congelación y el nombre del producto.