La verduras han de ser una de las bases de nuestra alimentación diaria, en todas sus posibilidades de preparación. Para quienes suponen toda una delicia para el paladar, la cocción «al dente» es din duda una de las formas de preparación más sabrosas, que además permite conservar mejor los nutrientes y características físicas.
Te proponemos algunos trucos para cocinar verduras «al dente», un punto de preparación que no es tan fácil de conseguir como pueda parecer en un principio:
– Cada tipo de verdura necesita un tiempo de cocción diferente, así que lo más recomendable es cocerlas por separado o con verduras que necesiten un tiempo de cocción similar.
– Para comprobar el estado de cada verdura con este truco: sacamos una pieza fuera del agua de cocción y con un cuchillo la pinchamos para comprobar si cae rápidamente al agua o se mantiene ensartada. Cuando ocurre lo primero, la verdura está cocida. Por otra parte, si vas a utilizar más tarde la verdura para algún guiso que implique calor, lo mejor es que la dejes a medio cocer para que termine de hacerse con el resto de ingredientes. De lo contrario, podría pasarse y no quedar «al dente».
– El tiempo de cocción también depende del tamaño de la verdura, de cómo la hayamos cortado y de si tiene o no piel. Para evitar una cocción desigual, es recomendable que las verduras tengan un tamaño y grosor más o menos uniforme.
– Para que las verduras conserven sus propiedades, color y textura una vez cocidas, hay que detener la cocción aplicando frío. Para ello, una vez las extraigamos el agua de cocción, podemos depositarlas en un recipiente con agua con hielos. De esta manera, obtendremos el punto crujiente y el color vivo propios de la verdura «al dente».
– Es necesario que el agua esté hirviendo de forma viva antes de echar las verduras para que no se rompa la ebullición y se eche a perder el punto de cocción. Antes de echar las verduras, echa un buen puñado de sal a la olla y otro poco al agua que vas a usar para enfriar las verduras.
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