Con el uso frecuente es normal que el calzado acabe acumulando cierto olor desagradable. Las causas más comunes suelen ser el exceso de humedad acumulada (normalmente durante el ejercicio) y la acumulación de suciedad y bacterias en las plantillas del calzado tras un uso muy continuado.
Si el problema del olor afecta a un calzado deportivo podemos meterlo en la lavadora para atajar el problema. En ese caso, tendremos que elegir un programa delicado o lavarlas a mano, si se trata de un modelo que creemos que se puede deteriorar. Te aconsejamos que consultes la entrada que ya publicamos en este blog sobre cómo lavar zapatillas de deporte.
En el caso de los zapatos convencionales, de piel o sintéticos, debes evitar llevarlos sin medias o calcetines, ya que favorecerás la sudoración de los pies y la acumulación de bacterias que causan el mal olor. Aún así, con el paso del tiempo, es normal que este tipo de calzado comience a oler a usado. Esto puede convertirse en un inconveniente si guardas los zapatos en el mismo armario o espacio que el resto de la ropa.
Para que tus zapatos no desprendan ni acumulen malos olores, te damos una serie de trucos efectivos y muy sencillos:
1. Bicarbonato: desodorante nato para todo el hogar, este ingrediente nos servirá también para absorber los malos olores de nuestro calzado. Basta con introducir dentro de los zapatos unas bolsitas de tela (o trozos de tela) con unas cucharadas de bicarbonato seco dentro. Se deja dentro de los zapatos durante 12-24 horas y el mal olor se neutraliza por completo. Puedes utilizar este truco como rutina habitual con tu calzado alternando cada vez el par de zapatos y cambiando siempre el bicarbonato por una nueva dosis.
2. Lavanda: tanto si colocamos una flores secas de lavanda en el interior del calzado como si impregnamos un algodón con un par de gotas de aceite esencial conseguirás mitigar el mal olor. En general, los aceites esenciales resultan muy efectivos para acabar con el mal olor en los zapatos. Úsalos siempre como te hemos indicado con el de lavanda.
3. Talco: igual que con el bicarbonato, si introducimos polvos de talco en los zapatos durante toda una noche, conseguiremos eliminar el olor propio del calzado usado. Para ello, puedes emplear también bolsitas de tela o simplemente aplicarlo dentro, con cuidado de no manchar el calzado. Al día siguiente, sacude el exceso de talco antes de usar el calzado. No importa que queden algunos restos, ya que los polvos de talco te ayudarán a controlar la sudoración.
4. Cítricos: las cáscaras de cítricos también tiene efecto desodorante por lo que puedes introducirlas dentro de los zapatos para acabar con el olor a usado.
5. Agua y vinagre: impregna varios algodones en agua y vinagre y déjalos reposar durante la noche en el interior de los zapatos. El vinagre hará su labor desodorante. Si al día siguiente deseas eliminar la humedad de los zapatos usa un secador o colócalos unos minutos al sol.
En general, para evitar los malos olores en el calzado, debemos tener en cuenta dos premisas:
– Lavarlos con frecuencia, sobre todo si le damos mucho uso: ya sea a máquina, a mano o las plantillas, que suelen acumular bacterias y suciedad.
– No dejar que acumulen humedad: usarlos con calcetines o medias siempre y secarlos al sol o en la secadora si se nos han mojado.
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