Al salir de la ducha, a todos nos gusta secarnos con toallas que se conserven como nuevas. ¿Eso qué significa? Pues que no tengan aspecto desgastado, se mantengan suaves y huelan perfectamente bien. Toma nota de 5 trucos para lavar toallas y conseguir que queden suaves y esponjosas.
¿Cómo lavamos?
El primer paso es elegir un programa en frío y saber que las toallas necesitan que dejemos espacio en la lavadora para que la suciedad salga adecuadamente.
También es importante evitar mezclar la colada con otras prendas, sobre todo las que puedan tener botones o cremalleras. Todo esfuerzo por evitar que se rompan las fibras es adecuado para la conservación del tejido.
Suavizante. ¿Sí o no?
Cuando las toallas tienen un tiempo, muchas personas tienden a dejar de usar suavizante para que no se queden flojas y recuperen el aspecto mullido. Pero, lo que realmente consiguen es que queden ásperas y acartonadas.
Si se hace un buen uso y mantenimiento de las mismas, es adecuado usar una pequeña cantidad de suavizante en cada lavado.
Secadora
No con todos los tejidos pasa lo mismo, pero en el caso de las toallas, para que el acabado final sea perfecto es muy recomendable secarlas en secadora a temperaturas relativamente bajas.
Secado natural
Pero, ¿qué pasa si no tienes secadora? No pasa nada, siempre podemos recurrir a secarlas al aire libre.
Es importante evitar el secado en radiadores o tendederos en el interior de la casa. No se secarán del todo bien y generarán humedad en el hogar.
Evitar el mal olor
Otro de los problemas comunes en el cuidado correcto de las toallas, es el mal olor que se genera principalmente debido a la humedad,
¿Y qué hacer para evitarlo? ¡Es sencillo!
- No las metas en la cesta de la ropa sucia si siguen un poco mojadas.
- No las dejes en el tambor de la lavadora demasiado tiempo después de que acabe la duración del programa.
- Si las planchas, no lo hagas con plancha a vapor.
Y hasta aquí los trucos para lavar toallas.