Acostarse cada noche en una cama hecha, con sábanas limpias y estiradas y todo ordenado, en su sitio, genera una sensación de calma y bienestar que incluso, dicen los expertos, nos ayuda a conciliar mejor el sueño. Por el contrario, si cada noche tenemos que lidiar con montones de ropa que no acabamos de guardar en su sitio, zapatos por el suelo, cosméticos, libros, accesorios y demás objetos, que nos llevaría un tiempo colocar que puede que no queramos restar a nuestras horas de descanso.
Si sueñas con mantener tu cuarto ordenado, pero a menudo el desorden se apodera de este espacio sin que sepas muy bien cómo, aquí te damos algunos consejos para lograr un dormitorio ordenado, más allá del día en que hacemos limpieza general.
– Un dormitorio desordenado a menudo suele comenzar por una cama sin hacer. Para evitar dar pie al desorden, haz la cama cada día nada más levantarte. Ya solo el hecho de ver la cama hecha, con sus cojines y almohadas ordenador encima, dará una sensación de orden al cuarto. No olvides cambiar las sábanas a menudo para reforzar esa sensación de orden y bienestar. Una vez la cama esté hecha, la norma debe ser no dejar nada sobre esta. Ni montones de ropa, ni abrigos, ni bolsos, ni prendas.
– Espacio para guardar: si no tienes un espacio destinado a guardar los zapatos, lo más normal es que estos acaben por en medio del dormitorio. Por eso es importante que habilites cajones, armarios, cajoneras y demás espacios para organizar todo lo que necesites en la habitación. Si, por ejemplo, tiendes a entrar en el dormitorio con el abrigo de la calle puesto, te será útil contar con un perchero para tenerlo siempre colgado de forma ordenada. Igualmente, conviene que cuentes con un zapatero y todo tipo de cajones, cómodas y baldas para mantener prendas pequeñas y accesorios ordenados.
– Sillas que son percheros: si tener una silla en el dormitorio se convierte en la excusa perfecta para amontonar ropa y accesorios, mejor librarse de ella cuanto antes. Así no tendrás ni siquiera la tentación.
– Contar con un cesto para la ropa sucia te permitirá evitar tenerla por el suelo o encima de algún mueble y mantener así el dormitorio ordenado. Procura que tenga tapa para que resulte más estético y vacíala con frecuencia para mantener el orden y la higiene.
– Utiliza organizadores para los productos cosméticos y el maquillaje que suelas tener a mano en el dormitorio. Si sueles guardarlos en el baño, pero habitualmente quedan esparcidos por el cuarto, plantéate buscar un espacio alternativo dentro de este, para que después de utilizarlos, sea más cómodo dejarlo todo ordenado.
– Si por ejemplo sueles pasar por casa a lo largo del día para cambiarte de ropa y cuentas con poco tiempo para ordenar, quizá te convenga utilizar un galán de noche en el que colgar esas prendas del día, que puede que vuelvas a usar ese mismo día o al siguiente.
– Despeja las mesitas: si lo que inicialmente era decorativo se ha convertido en un elemento de desorden que solo acumula polvo en nuestro dormitorio, conviene ser práctico y colocarlo en otro lugar de la casa. En las mesitas, mejor procurar ser funcional y solo colocar objetos que nos sean útiles como despertadores, libros, lamparillas, etc.
– Un joyero o cajita organizadora es necesario para mantener el orden en este tipo de complementos. Collares, pendientes, pulseras, cuanto menos permanezcan a la vista, mayor sensación de orden.
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