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Trucos para mantener ordenado y limpio el frigorífico

22/05/2014

El frigorífico es uno de los electrodomésticos protagonistas en cualquier cocina por el trasiego de alimentos que concentra. Aunque el orden en su interior depende también de la capacidad y de cuántas personas lo utilicen, no es difícil que a veces se llene de platos y recipientes con sobras que le dan un aspecto caótico y desorganizado.

VER TAMBIÉN: Orden en el frigorífico. Cómo organizar los alimentos

Además, el desorden en el interior de la nevera puede dar lugar a que algunas bebidas o alimentos se viertan, ensuciando las baldas y provocando malos olores. Por el contrario, mantener una mínima colocación de los productos del frigorífico nos permitirá encontrarlos casi a primera vista, detectar qué hay que reponer del supermercado y evitar que se echen a perder porque queden ocultos en un rincón.

Sigue estos sencillos consejos para mantener la nevera ordenada y limpia:

Fiambreras, no platos: tanto para guardar sobras de las comidas como para almacenar productos aún por cocinar o consumir, es más práctico usar las clásicas tarteras que otros recipientes como platos, ensaladeras u ollas. Ahorrarás más espacio y podrás identificar mejor los alimentos que guardas dentro para no tener que abrir uno por uno para encontrar lo que buscas.

Intenta elegir fiambreras de formas similares para aprovechar mejor el espacio en la nevera. Te costará más encajar «tupper» de distintas formas (cuadrados, redondos, rectangulares) y desaprovecharás los huecos. Igualmente, trata de elegir el tamaño adecuado del recipiente en función de la cantidad de comida para no ocupar más espacio del necesario.

Utiliza etiquetas: si manejas grandes cantidades de comida, puede resultarte útil colocar etiquetas identificativas en las tarteras. En las grandes superficies encontrarás pegatinas especiales para este tipo de envases. también puedes optar por rotuladores de borrado en seco. Indica el nombre y la fecha de cada alimento para tener un mayor control de lo que debes consumir antes.

Cada alimento, a su altura: no todas las zonas del interior de la nevera alcanzan las mismas temperaturas, puesto que están destinadas a refrigerar diferentes alimentos. Sigue las recomendaciones del fabricante, que normalmente suele indicar con dibujos el tipo de producto apropiado para cada área. Por lo general los productos que necesitan mayor grado de refrigeración (carnes, pescados, verduras, lácteos) suelen colocarse en la parte inferior, mientras que sobras, envasados y pequeñas bebidas pueden permanecer en la mitad superior.

Verduras y frutas ordenadas: son los productos más difíciles de colocar en orden, puesto que solemos comprarlos a granel y sin envase regular alguno. Colócalas en sus cajones específicos dentro de fiambreras sin tapa para evitar que se mezclen o se aplasten. Por ejemplo: tomates, cebollas, zahahorias, pepinos y pimientos, cada uno en su «tupper» y encima podemos colocar bolsas de ensalada.

El fiambre, en una tartera: ya que suele comprarse envasado en finos sobres o papeles de charcutería puede almacenarse en una misma fiambrera rectangular y profunda. Así, si abrimos algún producto se conservará mejor, no dará olor a la nevera y siempre tendremos controlado todo lo que hay disponible.

Limpieza diaria: si algún alimento o bebida mancha las baldas y cajones de tu nevera límpialo al momento para evitar manchar otros productos o acumular malos olores. Además, revisa diariamente todos los productos y elimina o consume aquello que corra el riesgo de deteriorarse. Pon especial cuidado con las pequeñas sobras almacenadas en papel aluminio (queso, verduras, dulces, etc.) que tienden a quedar olvidadas. Usa en su lugar pequeñas bolsas transparentes de congelación, que te permitan saber a primera vista lo que contienen.

Orden en el congelador: para mantener la limpieza y organización de los productos que congelas, sepáralos en diferentes cajones según su familia (carnes, pescados, ultracongelados, helados, pan, etc.) para impedir que los sabores se alteren. Utiliza «tuppers» para los guisos y bolsas de congelación para dosificar las cantidades (filetes, porciones, piezas, etc.). También puedes utilizar fiambreras para esto último, pero ocuparás más espacio.

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