La alimentación es una pieza clave en el buen desarrollo del embarazo, pero también un factor a tener en cuenta a la hora de evitar exponer al bebé a riesgos innecesarios. En general, aquellas mujeres que lleven una vida saludable, con una dieta equilibrada y la práctica ejercicio regular no tendrán más que mantener sus hábitos durante los nueve meses de embarazo. Únicamente tendrán que tener en cuenta una lista de alimentos prohibidos durante la gestación y que responden a la prevención de enfermedades leves que pueden causar grandes trastornos en el embarazo.
Los alimentos prohibidos en el embarazo más habituales son:
– Embutidos: al consumirlos, corremos el riesgo de contraer la toxoplasmosis. Una enfermedad que, si bien suele ser asintomática, puede causar graves trastornos en el desarrollo del feto. Por esta razón, alimentos como el jamón serrano o ibérico, el salchichón o el lomo embuchado suelen ser parte de esta lista de alimentos prohibidos en el embarazo. En su lugar, no hay ningún problema en consumir fiambre cocido como jamón york, mortadela o pavo. Igualmente, está permitido consumir embutidos durante el embarazo siempre que hayan sido previamente congelados durante al menos tres días.
– Carnes crudas: aunque sea el punto ideal para degustar ciertas carnes, debe evitarse durante los meses de gestación porque puede ser fuente de contagio de la toxoplasmosis. Esto incluye preparados como el tartar, el tataki o el carpaccio.
– Atún: esta especie y otras también de gran tamaño como el pez espada, el bonito o el besugo están contraindicadas durante el embarazo por su alto contenido en mercurio. Para sumar el aporte necesario de pescado a la dieta durante los meses de gestación, sustituye estos pescados por otros de menor tamaño como el boquerón, la pescadilla, el salmón, la sardina o los calamares.
– Pescado crudo: evita el pescado crudo, ya sea en versión de sushi, las anchoas o boquerones en vinagre, para evitar contraer el anisakis. Si estás fuera de casa, cerciórate de que ha sido previamente congelado (a -20º, congelado industrial) antes de consumirlo.
– Lácteos sin pasteurizar: es imprescindible evitar los quesos, yogures y leches que no han sido sometidos a la pasteurización, ya que pueden provocar a la embarazada el desarrollo de una enfermedad llamada listeriosis, de consecuencias muy graves para el feto. Basta con consultar el etiquetado de los lácteos antes de su consumo y evitar tomar aquellos de los que no tenemos datos de fabricación porque son caseros o carecen de etiquetado.
Además, se recomienda lavar bien frutas y verduras antes de su consumo para evitar la toxoplasmosis y la listeriosos; reducir al mínimo el consumo de café y té; evitar comidas con huevos crudos o poco cocinados para prevenir la salmonela y vigilar el consumo de salsas que los contengan, como la mayonesa, cuyas condiciones de conservación han de ser muy estrictas, y limitar el consumo de hígado o foie, por el exceso de vitamina A, perjudicial para el bebé.
Además, durante el embarazo, más que nunca, ha de vigilarse el consumo de azúcares y comida basura, ya que no aportan nada beneficioso y, en todo caso, perjudican la salud del bebé y de la madre.
También te puede interesar: