Las picaduras de medusas suelen ser un mal muy común en las playas durante el verano. Este animal se encuentran en todos los mares, pero con más abundancia en los mares cálidos. La sensación de dolor que produce una picadura de medusa es muy parecida a la de una quemadura y provoca picor y escozor. La lesión no suele durar más de tres días y el dolor intenso entre 30 y 60 minutos, aunque puede llegar a las siete horas.
Cuando sufras la picadura de una medusa si es posible acude cuanto antes al puesto de socorro de la playa, pero si no hubiera debes tomar algunas medidas para calmar el dolor:
- Lava la zona con suero o agua salada, para evitar que se extienda. Evita utilizar agua dulce, ya que podría reactivar el tóxico del animal.
- Aplica compresas frías o cubitos de hielo envueltos en un paño para disminuir el dolor, pero nunca más de cinco minutos.
- Si hay algún tentáculo clavado, sácalo utilizando guantes, para evitar extender la infección.
- Aplícate una pomada que contenga cortisona y tapa la herida con una gasa.
- Evita exponer la herida al agua y al sol, al menos durante dos o tres días.
Si a pesar de seguir estas recomendaciones el escozor persiste o crece la inflamación, será necesario acudir a un centro médico para recibir asistencia sanitaria.
En general las picaduras de medusas no suelen revestir gravedad, pero existe un número reducido de pacientes que pueden presentar un shock anafiláctico por una reacción alérgica al tóxico de la medusa. Ten especial cuidado con los bebés ya que cuentan con un sistema inmunológico inmaduro, y las personas mayores, sobre todo aquellas que presentan patologías cardiovascular o siguen algún tratamiento médico.
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