Muchas personas cuentan con la voz como herramienta básica para su trabajo. Es el caso de profesores, periodistas, cantantes, telefonistas, comerciales, etc., quienes deben poner especial cuidado en su higiene vocal para evitar problemas de disfonía e incluso afonía.
En general, cualquier persona está expuesta a este tipo de problemas con la voz, que generan frustración y molestias en el desempeño de nuestras rutinas diarias. Y es que el habla se aprende de forma natural en los primeros meses de vida y rara vez se acude a priori al especialista para garantizar una correcta higiene vocal. Es únicamente cuando sufrimos algún problema, cuando acudimos al médico en busca de soluciones.
Más allá de patologías y vicios al hablar, los expertos coinciden que debemos seguir una serie de consejos para cuidar la voz y evitar los casos de afonía, especialmente cuando requerimos de este instrumento para realizar nuestra actividad diaria.
Estos consejos son:
– Evita gritar: parece muy evidente, pero el consejo no se refiere solo a aquellas actividades en las que participar implica gritar (deportes en equipo, por ejemplo), sino también a intentar hablar en entornos muy ruidosos (bares, conciertos, multitudes, etc.). Si trabajas con niños o mascotas, debes buscar otros recursos para llamar su atención, como un silbato o palmadas.
– Evita los aires acondicionados o calefacciones fuertes: los ambientes secos provocados por la presencia de estos aparatos de climatización perjudican el funcionamiento de tu aparato fonador.
– Nada carraspeos ni tos fuerte: tienden a irritar tu garganta, cuando lo que debes hacer si hablas mucho a lo largo del día.
– Refresca tu garganta: si a diario te ves obligado a hablar en voz alta por tu trabajo, trata de tener siempre una botella de agua del tiempo a mano para beber lentamente de vez en cuando.
– Descansa la voz: igual que hacemos descansos cuando trabajamos ante el ordenador o practicamos algún deporte conviene relajar la garganta de vez en cuando. Bostezar repetidas veces resultará útil para ello.
– Evita el tabaco: por descontado, perjudica directamente la voz, pero también estar expuesto a ambientes con humo.
– Entrena tu voz con un profesional: si tu trabajo depende de la voz, la única manera de evitar problemas a largo plazo es acudir a un especialista que te eduque.
– No tenses el cuerpo al hablar: debes mantener relajados el cuello, los hombros, la espalda y el tórax.
– Duerme suficiente, come bien: llevar una vida poco saludable, al final, termina pasando factura a la voz.
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