El congelador es un recurso imprescindible a la hora de planificar las comidas en el hogar. Nos permite espaciar más las visitas al supermercado, así como disponer de diferentes guisos, listos para calentar y consumir.
Pero hemos de tener en cuenta que a la hora de descongelar no vale cualquier método, ya que corremos el riesgo de contaminar los alimentos. Por eso, debemos evitar descongelar los productos a temperatura ambiente (sobre todo en épocas de calor) o con ayuda del agua caliente.
En su lugar, lo ideal es descongelar los productos y guisos que tengamos congelados dentro del frigorífico, lo que necesita cierta previsión, ya que se trata de un proceso mucho más lento que los desaconsejados.
Esto es lo que tienes que tener en cuenta a la hora de congelar y descongelar tu comida de forma saludable:
– Mete verduras, carnes y pescados en bolsas de congelación o recipientes compatibles con la fecha y el nombre para saber cuánto margen de almacenamiento tienen.
– Congela la comida el mismo día que la hayas comprado para conservar su frescura en lo posible y garantizar que no proliferan bacterias.
– Congela los productos preferiblemente en trozos pequeños o filetes para poder ir consumiendo a demanda. Si congelas una pieza completa de verdura o carne luego tendrás que consumirla de una sola vez, porque no se podrá volver a congelar.
– Una vez haya comenzado el proceso de descongelación, es peligroso que vuelvas a intentar congelar el alimento.
– Para descongelar en la nevera, extrae el producto de la bolsa de congelado o recipiente y colócalo sobre un plato o bandeja para evitar que manche otros alimentos y los contamine.
– Piezas grandes de carnes y pescados pueden tardar hasta 24 horas en descongelarse en el frigorífico, pero es la forma más segura de hacerlo.
– Puedes freír directamente las porciones pequeñas de carne y pescado sin esperar a que se descongelen por completo. Igualmente, puedes hervir directamente verduras congeladas.
– Lo mismo ocurre con salsas y sopas. Pueden colocarse directamente sobre la olla o la sartén, a fuego lento, para ser utilizadas de inmediato.
Con agua fría o en el microondas
Otras dos formas de descongelar los alimentos cuando no hemos tenido previsión y no tenemos tiempo de dejarlos en el frigorífico, es con agua fría o dentro del microondas. En este caso, la el alimento debe ser cocinado en cuanto termine de descongelarse para que no haya riesgos alimentarios.
Para descongelar con agua fría tendremos que cerciorarnos de que el alimento está correctamente envuelto en plástico, para evitar que el agua penetre y contamine la pieza o haga disminuir su calidad. Sumerge la pieza en un bol o recipiente con abundante agua fría y cámbiala cada 20-30 minutos hasta que el producto se haya descongelado.
En el caso del microondas tendremos que seleccionar la opción de «descongelado» del aparato y extraer el alimento del envase, bolsa o recipiente que lo contenga. Procura programar en períodos cortos para ir dando vueltas a la pieza y que se descongele por igual por todas partes.
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