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Consejos para evitar el mal aliento

01/06/2015
Consejos para evitar el mal aliento

El mal aliento o halitosis puede deberse diferentes patologías (encías, estómago, etc.) o tratamientos médicos, pero en la mayor parte de los casos se debe a un descuido en la higiene bucal por nuestra parte. Es considerada, por tanto, una halitosis meramente oral. Además, otros factores como el consumo de tabaco y alcohol, la toma de ciertos fármacos o el seguimiento de una dieta, pueden contribuir al tan temido aliento maloliente, que en ocasiones puede llegar a implicar cierto rechazo social.

El mal aliento que no responde a ninguna patología específica con frecuencia viene causado por las bacterias que afloran en el interior de la boca y que se suelen acumular a lo largo de la lengua, especialmente en la parte posterior. Además, otros factores como las caries, el exceso de placa, las infecciones en las encías o los problemas de boca seca, suelen causar mal aliento.

Prueba para saber si tienes mal aliento

Pero uno de los problemas habituales de las personas que padecen mal aliento es que no son conscientes de ello puesto que aunque la boca y la nariz están conectadas, la segunda tiende a ignorar los olores que emanan de la primera. Entonces, ¿cómo saber si tenemos mal aliento? Aparte de las señales sociales que puedan llevarte a pensar que tienes halitosis, puedes realizar una prueba sencilla que te corroborará si estás en lo cierto. Consiste en lo siguiente: con una cucharilla de café colocada boca abajo, raspa suavemente el comienzo de la lengua tan atrás como puedas e intentando controlar la sensación de náusea. Entonces huele la punta de la cuchara que habrá quedado impregnada por los fluidos del revestimiento de la lengua. Exactamente así es como huele tu aliento.

¿Cómo evitar el mal aliento?

La clave, según los expertos, está en la higiene integral de la boca:

Limpia tu lengua a diario: además de los dientes, después de cada cepillado repasa tu lengua con especial incidencia en la parte más posterior. Así eliminarás los restos de comida que hayan quedado sobre ella y evitarás que afloren las bacterias. Igualmente, debemos tener en cuenta que por la noche salivamos menos, lo que da lugar al efecto «boca seca», que provoca el aumento de la cantidad de las bacterias en nuestra boca. Por eso es muy frecuente el mal aliento matutino. Para eliminarlo, se recomienda limpiar la lengua con un raspador antes de ingerir cualquier bebida o alimento. 

VER TAMBIÉN: Cómo limpiarse la lengua correctamente

Cuida tus encías: los problemas en las encías pueden derivar en infecciones que provoquen que tu aliento sea maloliente. Al primer síntoma, acude a tu dentista para que lo valore y te proporcione el tratamiento más adecuado.

Usa a diario el hilo dental: la comida que muchas veces queda en los espacios interdentales, donde el cepillo de dientes no puede llegar, puede ser la causante del mal aliento de tu boca al ser procesada por las bacterias. Por ello, al menos una vez al día es recomendable que uses hilo dental o cepillos interdentales (lo que el dentista te haya indicado) para eliminar esos restos de comida.

VER TAMBIÉN: Cómo usar el hilo dental correctamente

Acude a las revisiones al dentista: a la hora de evitar el mal aliento es imprescindible que mantengas tus piezas dentales en buen estado. Las caries profundas, por ejemplo, pueden dar lugar al mal olor en la boca.

Limpia bien aparatos y prótesis: tanto los aparatos de ortodoncia como las dentaduras y prótesis dentales pueden ser causantes del mal aliento si no se mantiene una correcta higiene. Los aparatos y prótesis que sean extraíbles deben limpiarse y desinfectarse a diario (en el caso de las dentaduras, se puede aprovechar la noche para esto). Los que sean fijos requieren una higiene paciente y cuidadosa para eliminar cualquier resto de comida

No ayunes: el ayuno durante el día (igual que ocurre mientras dormimos) reseca la boca y provoca que el cuerpo ponga en marcha sus mecanismos de reserva para conseguir fuentes de energía. Estos procesos químicos se basan en la descomposición de grasas acumuladas en el cuerpo, proceso en el cual se liberan residuos malolientes que acaban emanando de la boca. Por eso es importante que, aparte de la higiene bucal, cada mañana comamos y bebamos con normalidad.

Si con la higiene exhaustiva de tu boca sigues percibiendo el problema del mal aliento debes acudir a tu dentista, quien probablemente que recomiende productos con clorhexidina o lactato de zinc para controlar la presencia de bacterias en la boca. Si el problema persiste, deberás acudir a tu médico de cabecera para que valore otras posibles causas. 

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