Las personas deportistas o preocupadas por su salud no tienen por qué interrumpir sus rutinas de ejercicio durante el invierno, aunque las bajas temperaturas no acompañen al ánimo ni a las fuerzas. Solo tienen que adaptar sus hábitos deportivos a las condiciones climatológicas del invierno, lo que implica una serie de claves a tener en cuenta:
– Calienta durante más tiempo: durante el invierno, las bajas temperaturas requieren que ampliemos el tiempo habitual de calentamiento. Preferiblemente calienta en espacios cerrados para que tus músculos alcancen temperatura en el menor tiempo posible.
– Usa prendas térmicas: te permitirán conservar el calor corporal y mantener tus músculos en estado óptimo para el ejercicio. Elige materiales tipo «técnicos» que permitan la transpiración y bloqueen el viento o la humedad.
– Intenta hacer deporte en las horas de más temperatura: elige, a ser posible, las horas centrales del día para realizar tus ejercicios al aire libre. Así aprovecharás el aumento de temperatura que proporcionen las horas de sol y tu cuerpo responderá mejor al esfuerzo.
– Combina con ejercicios de interior: aunque salgas a correr habitualmente, durante el invierno quizá prefieras combinar esta actividad con ejercicios que puedas realizar en espacios cerrados tales como gimnasios o en tu propia casa. Puedes alternar rutinas de abdominales, tablas de ejercicios aeróbicos, estiramientos, etc.
– Estira al final: en invierno más que nunca es esencial que realices estiramientos generales al finalizar la actividad deportiva. Te ayudarán a prevenir lesiones que pueden llegar con el enfriamiento de los músculos si paras de hacer ejercicio de golpe.
– Mantén el calor al acabar: para evitar contrastes fuertes de temperatura, abrígate bien cuando termines de hacer ejercicio, especialmente si sigues al aire libre. Aunque tengas calor y cierto sofoco, debes intentar que el cambio de temperatura de tu cuerpo sea gradual, especialmente al hacer deporte en invierno.
– En los días más adversos, cambia de actividad: no dejes de hacer deporte por un día de grandes lluvias o nieve. Acude a tu piscina más cercana, asiste a alguna clase dirigida o realiza una sesión de máquinas en el gimnasio más cercano. La mayoría te permite el acceso por un día por un precio muy razonable.
– No salgas sin gorro ni guantes: para mantener la temperatura corporal idónea, siempre que puedas, es recomendable que protejas tu cabeza y tus manos cuando hagas deporte en invierno al aire libre.
– Hidrátate antes, durante y después: aunque creas que solo es necesario cuando haces ejercicio en épocas de calor, es igual de importante hidratarse en invierno.
– Aumenta la presencia de la vitamina C en tus comidas: al hacer ejercicio al aire libre, estás más expuesto a los resfriados. Solo lograrás prevenirlos con un buen aporte diario de frutas y verduras que te permita rendir al 100% durante el invierno.
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